martes, octubre 28

Las “irregularidades” de AMLO en 2024 ascienden a 5 mil millones de pesos, revela la ASF

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Tan solo en el parque ecológico de Texcoco el monto es de 63 millones: Zedryk Raziel (El País)

Por Jesús López Segura

El presidente que juró acabar con la corrupción terminó hundido hasta las rodillas en el mismo lodo que decía limpiar. La Auditoría Superior de la Federación acaba de documentar un presunto desvío de 62.7 millones de pesos en el Parque Ecológico Lago de Texcoco, mínimo si se compara con Segalmex o el Huachicol Fiscal, pero se trata del símbolo con el que Andrés Manuel López Obrador pretendía redimir el “pecado neoliberal” del aeropuerto de Peña Nieto.

Paradójicamente, el santuario ecológico que debía purificar la herencia corrupta del pasado ha terminado reflejando el rostro del nuevo régimen: opaco, clientelar y, por supuesto, selectivo con sus contratistas.

Humberto Armenta, “asesoró” a AMLO en la creación del Parque Ecológico de Texcoco

La historia tiene el tono de una ironía que ni la naturaleza perdonaría. López Obrador canceló el Nuevo Aeropuerto Internacional de México con el argumento de que era “una cueva de ladrones” y “una ofensa al pueblo”. Pero el proyecto que lo reemplazó, el llamado parque de la regeneración ambiental, terminó beneficiando a un empresario cercano a su propio círculo de confianza: Humberto Armenta, el mismo asesor regiomontano que le ayudó a diseñar su programa de obras hidráulicas.

El método no varía mucho del viejo PRI: crear empresas exprés, inflar contratos y facturar obras inexistentes. La compañía Reocon Infraestructura Terrestre, beneficiada con 543.8 millones de pesos por rehabilitar accesos al lago, fue constituida apenas dos semanas antes de firmar el contrato. Según la ASF, se pagaron más de 62 millones de pesos por trabajos nunca realizados, un déjà vu de la corrupción “de antes”, pero con discurso progresista.

Parque Ecológico de Texcoco

No es el único charco. Las empresas de Armenta se repiten como clones administrativos: Ozore Gestión de Agua ganó por adjudicación directa una obra de 1,688 millones de pesos en Durango apenas nueve días después de su creación; Ozone Ecological recibió otro contrato por 815 millones; RECSA, su otra firma, se embolsó 1,574 millones por un “hidroparque ecológico” en Nuevo León. Todo un ecosistema de negocios floreciendo bajo el riego de la 4T.

Mientras tanto, la propaganda oficial vende el Parque Ecológico de Texcoco como un milagro ambiental: un lago renacido, aves que regresan, familias felices paseando los fines de semana. Pero bajo el verde brillante del paisaje se esconden más de cinco mil millones de pesos en irregularidades detectadas en el último año de López Obrador. La “regeneración” ecológica terminó siendo también una regeneración del viejo sistema: los amigos con contratos, los críticos con auditorías y el presidente con las manos limpias… al menos en el discurso.

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