Victorino Barrios, ¿héroe o inquisidor? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
A un año, se perfila como campeón anticorrupción… o verdugo de la autonomía universitaria
Obligué a José Martínez Vilchis a que devolviera 4 camionetas que se llevó al dejar la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), dice el doctor Victorino Barrios, titular del Órgano Interno de Control (OIC) no “de”, sino “en” la UAEMex, como explica a cada uno de sus entrevistadores, tratando de resaltar que no es empleado del rector en turno, sino una instancia de control absoluto dentro de la máxima casa de estudios de la entidad, pero que podría estar obedeciendo a otra instancia externa: el Congreso mexiquense que lo impuso.
¡Qué vergüenza! ¿Cómo es posible que Pepe Martínez sea nombrado en un organismo de Transparencia con ese antecedente de haberse llevado una camioneta propiedad de la Universidad? ¿Qué te dijo? ¿Que estuvo en proceso de comprarla durante 10 años?, le pregunta el periodista Luis Pantoja, que se ostenta como amigo del inquisidor, a quien le profesa una admiración explícita y sincera y hasta le recomienda que visite al Presidente López Obrador para que lo nombre titular de la UIF, en lugar de Pablo Gómez.
Don Victorino ríe. Presume con un estilo de expresión modesto y al mismo tiempo implacable que casi 7 mil académicos y funcionarios de la Universidad presentarán ahora sus declaraciones patrimoniales cuando antes de que él llegara como cuña del bloque morenista del Congreso a la UAEMex, sólo lo hacían poco más de 600, ¡doce veces menos!
Alardea que no dejará títere con cabeza y adelanta la existencia de cientos de expedientes con irregularidades, algunas de ellas graves, que implicarán a exrectores inclusive. Pero a un año de haber llegado por la puerta trasera a la Universidad dizque autónoma, todo parece una simple guerra de saliva: Pepe Martínez disfrutó de las camionetas de lujo, explotadas en la opacidad total por 10 años y hasta fue premiado como adalid de la Transparencia, sin que don Victorino presentara denuncia alguna… hasta el momento.
Los exrectores y ex secretarios de administración universitaria, con tremendas colas en la “Estafa Maestra” disfrutan igual de los premios que el sistema les prodiga luego de usar a la Universidad como trampolín político. ¿Y don Victorino?… concede entrevistas.
Algo en este hombre indudablemente valiente y poseedor de un discurso demoledor y muy convincente contra la corrupción, me recuerda a don Andrés Manuel López Obrador, quien lleva ya 3 años despotricando verbalmente contra los neoliberales corruptos que saquearon y ensangrentaron al país, pero teniendo todo el poder de la nación, no ha tocado a ninguno de los grandes capos de la mafia del poder, empezando por Salinas y terminando con Peña, sólo ha mantenido en prisión preventiva a Rosario Robles, y eso por una evidentísima venganza personal, aunque insista en que lo suyo no es eso.
¿Y qué decir del fiscal Gertz Florero?
En otra entrevista con el universitario Augusto López (no es el secretario de Gobernación) recibe información precisa acerca de un medio de comunicación local que atracó a la Universidad imprimiendo, a elevadísimos costos, la gaceta y algunos libros, y percibiendo cien mil pesos mensuales de algunos exrectores asociados con ese medio en restaurantes en el extranjero. Don Victorino parece muy interesado en el tema y solicita urgentemente más información a Augusto. Pero lo vemos después en entrevistas muy afables y desparpajadas justamente con el medio “acusado”.
Así que cabe preguntarse: ¿Fue Victorino Barrios enviado por Maurilio Hernández a la UAEMex para crear un clima de terror con amenazas verbales incontinentes que luego se arreglan para no llegar a las denuncias concretas?
Por lo pronto, ayer publicaron varios medios locales que “de 51 casos de quienes la Auditoría Superior de la Federación (ASF) solicitó información a la Universidad Autónoma del Estado de México por la llamada Estafa Maestra, 47 ya prescribieron, y en cuatro más están a la espera de que la ASF imponga una sanción para actuar”. ¿Carpetazo de don Victorino? Ya veremos.