¿El Grupo Atlacomulco cierra la pinza para engañar a AMLO ante la indolencia de Alfredo del Mazo?

En su columna de El Universal del 6 de diciembre, el destacado analista Mario Maldonado reveló que la 4té va por las cabezas (o al menos plantea la amenaza, sin pasar a las acciones concretas como de costumbre, siempre con intenciones electoreras) nada menos que de dos de los ex gobernadores más lambisco… perdón, que mejores relaciones tuvieron con el Presidente López Obrador: Alejandro Murat y Omar Fayad, este último por las investigaciones de su sucesor, Julio Menchaca, sobre la “megaestafa siniestra” y Murat, el cachorro del grupo Atlacomulco-Acambay, en su sucursal oaxaqueña, por haber incrementado las plazas en el gobierno de su paupérrimo estado natal en un 37%, a base de vender cada una en 200 mil pesos, según la información referida.

Cierta prensa mexiquense con orejas dentro del PRI estatal, comenta que será Murat Jr. el escogido por Peña, Salinas y Alito como delgado en el Edomex del PRI nacional, para jugársela con Marcelo Ebrard en la tarea de conquistar la antesala de la presidencial, sin comprometer el acuerdo de impunidad que el propio AMLO mantiene con “el licenciado Peña Nieto“, es decir, haciéndole el vacío a Alejandra del Moral e impulsando discretamente al, o la candidata de Movimiento Ciudadano.

Si el planteamiento de Maldonado es certero, algo muy grave debe haber hecho Murat para que, luego de la luna de miel que vivió con don Andrés, y de incluso haberle cedido la plaza oaxaqueña a Morena, repentinamente lo tengan en la mira de la justicia. Y no me refiero a las transas reveladas por Mario Maldonado en su columna, porque para eso bastaría con revisar cómo le hicieron sus familiares para pagar cien millones de euros por el 10% de las acciones del grupo español Prisa (dueño del diario El País), por citar solo un ejemplo de su esplendor económico, según las malas lenguas, malhabido.

No. El plan del Grupo Atlacomulco-Acambay es apoyar a Marcelo (contra la voluntad del mandatario que quiere imponer a Adán Augusto o a Claudia), pasando primero la aduana de conservar la joya de la corona tetracolor (verde, blanco, rojo y rosa) del Estado de México, luego de haber cedido la plaza de Coahuila al priista comisionado en Morena, Armando Guadiana Tijerina, por el favor prestado por un cada vez más acorralado Alito al haber impulsado el voto priista por la militarización de la Guardia Nacional hasta el 2028.

Pero no pueden hacerlo, insisto, dándole la espalda al pacto de impunidad que don Andrés ha mantenido -con un desgaste tremendo de su propia imagen-, con el “licenciado Peña Nieto” y sus consecuentes muy buenas relaciones con su primo, don Alfredo del Mazo Maza, porque la furia del Presidente se dejaría sentir con todo en el último año de su gobierno.

Hoy, por ejemplo, mientras analizaba la lista, uno por uno de los más de 40 presuntos presidenciables del grupo conservador que elaboró Jesús Ramírez, el mandatario omitió mencionar siquiera a Alejandro Murat, quien se acaba de destapar prácticamente en sus narices, en ocasión de la celebración del aniversario de Ricardo Flores Magón en Oaxaca.

Si MC ha conquistado dos entidades que, junto con el Edomex, podrían ser reconocidas como las más importantes de la República, Nuevo León y Jalisco, el plan parece ser que, ante la indolencia de Alfredo del Mazo para tomar el toro por los cuernos de la sobrevivencia del partido que lo llevó al poder -por mucho que él y su equipo cercano sean declaradamente apartidistas-, y contra lo que plantean algunas plumas muy sesgadas hacia la derecha o a la izquierda, en el sentido de que MC no tiene posibilidad alguna en esta entidad, parece ser que el Grupo Atlacomulco se va apoderando de todos los puestos importantes en la estructura de la campaña, a través de 4 ex gobernadores, encabezados por Peña y Montiel, pero no para traicionar el pacto de impunidad con don Andrés, sino para potenciar la hazaña de Juanito Zepeda en el 17 con el PRD y hoy con Movimiento Ciudadano. Ya veremos.