AMLO, campeón nacional en número de asesinatos. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López
Los “abrazos” imponen récord histórico de 156 mil asesinatos, más los que se acumulen en lo que falta del sexenio
El Gobierno que prometió devolver los militares a sus cuarteles y atacar las causas de la delincuencia, ha logrado lo que parecía imposible, superar el horror de la masacre nacional impuesta en las administraciones de Calderón y Peña, con récord que alcanzan trágicamente el status de genocidio.
En su largo monólogo de esta mañana, don Andrés no fue cuestionado sobre ese asuntito que mancha de rojo todos los autoelogios de su Gobierno. Quizá nadie lo cuestiona porque los escasísimos reporteros de veras que acuden a la misa mañanera saben cuál será la respuesta:
“Ningún gobernante se reunía a diario a las seis de la mañana con su gabinete de Seguridad, para analizar la situación de Seguridad Pública. Nadie. Estamos trabajando todos los días para garantizar la paz en nuestro país”, repite satisfecho cada vez que se le aborda en el espinosísimo tema.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) y del Reporte Diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la llamada Cuarta Transformación superó las 156 mil 066 víctimas de homicidio doloso contabilizadas en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, que tenía la marca como el más sangriento, reporta la nota respectiva de El Universal.
También presume mucho don Andrés de que durante su gobierno no ha habido masacres, pero en abril de 2019 al menos 14 personas fueron asesinadas cuando se encontraban en una fiesta en Minatitlán, Veracruz, lo que aceleró el despliegue de la naciente Guardia Nacional.
En agosto de 2019, un ataque de la delincuencia organizada en el bar “El Caballo Blanco”, en Coatzacoalcos, Veracruz, dejó como saldo 29 muertos; meses después, 9 integrantes, entre ellos 6 niños, de las familias LeBarón y Langford en Bavispe, Sonora, fueron asesinados.
En el municipio de Irapuato, un grupo armado asesinó a 24 jóvenes al interior de un centro de rehabilitación, sin registro oficial, en julio de 2020, en lo que es considerado el mayor ataque homicida en Guanajuato, el estado más violento del país en números absolutos.
En junio de 2022, 18 personas murieron en un enfrentamiento en la sierra de Valparaíso, Zacatecas, entidad azotada por la disputa territorial entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
En abril de 2022, presuntos integrantes de la Familia Michoacana masacraron a 20 personas en un palenque en Michoacán.
Cada vez que se cuestiona al mandatario sobre la eficacia de los “abrazos y no balazos” estrategia que, por lo demás, es el hazmerreír de políticos y analistas nacionales y extranjeros serios, que conocen las cifras fatídicas de asesinatos, feminicidios y extorsiones que dominan el panorama general en nuestro país y que, en muchas regiones específicas crean un verdadero Estado Fallido, don Andrés Manuel repite la cantaleta de sus inútiles reuniones diarias para luego desviar el tema hacia sus interminables peroratas contra la clase media aspiracionista, contra los periodistas (otro récord de asesinatos en su haber), hacia lo mucho que se parece su gobierno al del mártir de la democracia Francisco I. Madero, y últimamente a su feroz campaña contra la dignísima presidenta de la Suprema Corte, todo ello para impactar en forma subliminal el resultado de las elecciones en Coahuila y el Estado de México.