Repentino aumento en la brecha entre la pobreza y la riqueza extrema en el mundo
Durante la pandemia, la desigualdad global creció a un ritmo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial
Un preocupante fenómeno ha impactado al planeta, pues tanto la pobreza como la riqueza extremas, han experimentado un alza abrupta y simultánea, situación que no se veía en los últimos 25 años. Durante el primer año de la pandemia, la desigualdad global creció a un ritmo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Ante esta realidad alarmante, 236 destacados economistas han hecho un llamado urgente a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y al Banco Mundial para establecer objetivos serios que aborden esta problemática.
El 10% de la población mundial más adinerada ostenta en la actualidad el 52% del ingreso global, mientras que la mitad más pobre apenas accede al 8.5% del mismo. Estamos viviendo una época de desigualdad económica extremadamente alta, según señala una carta redactada por Joseph E. Stiglitz, execonomista en jefe del Banco Mundial, y Jayati Ghosh, profesora de la Universidad de Massachusetts Amherst.
En su misiva dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y al presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, los economistas hacen hincapié en que miles de millones de personas enfrentan dificultades relacionadas con los elevados y crecientes precios de los alimentos, así como la presencia del hambre, mientras que el número de multimillonarios se ha duplicado en la última década.
Es una oportunidad histórica
La carta destaca que se encuentra una oportunidad crítica para reforzar la determinación de reducir esta profunda brecha y enviar un mensaje contundente a las personas de todo el mundo, demostrando que las instituciones creadas para servirles se toman en serio el fin de esta crisis de desigualdad extrema.
Los economistas hacen hincapié en que es imperativo mejorar los indicadores utilizados para medir la distribución del ingreso y la riqueza, y desarrollar políticas públicas enfocadas en este objetivo, ya que sin una drástica reducción de la desigualdad, los objetivos clave de erradicar la pobreza y evitar el colapso climático entrarán en un conflicto evidente.