Trasciende que en reunión con gobernadores, el Presidente manifestó su incomodidad con las cifras de desaparecidos

Karla Quintana, quien hasta ahora ocupaba el cargo de Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, presentó su renuncia en medio de tensiones políticas y cuestionamientos sobre la veracidad de las cifras de desaparecidos en México. Esta noticia surge tras revelaciones de una reunión privada sostenida por el presidente López Obrador con gobernadores de su partido en mayo pasado, donde expresó su desconfianza en Quintana y ordenó apoyar a la Secretaría de Bienestar en la depuración de las cifras de personas desaparecidas, mediante la elaboración de un nuevo padrón menos incómodo.

En una carta publicada en su cuenta de redes sociales, Quintana mencionó que su renuncia se debe a “los contextos actuales” y reconoció que los desafíos relacionados con la desaparición de personas persisten. La excomisionada, nombrada en 2019, destacó la importancia de una política integral de prevención, búsqueda y combate a la impunidad, para garantizar los derechos de las víctimas y sus familias.

Quintana también resaltó su labor en la construcción de las bases del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, involucrando a diversas instancias y la comunidad científica. Sin embargo, la renuncia llega en medio de críticas a las cifras de desaparecidos registradas en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), que han crecido de manera alarmante durante el gobierno de López Obrador.

La desconfianza del presidente hacia Quintana, alimentada por la sugerencia de inflación de cifras por parte de algunos miembros de su gabinete, condujo a la decisión de realizar un censo casa por casa -con el auxilio de los servidores de la nación-para verificar las cifras reales de desaparecidos. Esta medida ha generado preocupación en los grupos de familias de desaparecidos, que temen que detrás del censo haya una intención de minimizar las cifras reales.

La renuncia de Quintana deja en evidencia la compleja situación en torno a la crisis de desapariciones en México y las tensiones políticas que rodean los esfuerzos para abordarla de manera efectiva. Los desafíos para garantizar justicia y verdad a las víctimas de desaparición continúan en un contexto de incertidumbre sobre la transparencia en las cifras oficiales.