Da la bienvenida Higinio al Señor Ávila y a Luis Miranda Jr. como candidatos a diputados
Dice que él está dispuesto a hacer campaña con ellos, porque se trata de “consolidar la transformación”
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
La dirigencia y candidatos de Morena a cargos federales levantaron la “bandera de la unidad” para justificar la incomprensible aberración de hacerse acompañar por los representantes más conspicuos del neoliberalismo salvaje, como son nada menos que Eruviel, “El Chapitas Ávila”, Alejandro Murat y Luis Miranda Jr.
Las declaraciones ofrecidas por figuras prominentes como los senadores Higinio Martínez y Martha Guerrero, en una memorable conferencia de prensa, reflejan una realidad que dista de la armonía proclamada y la presunta certeza de lograr un carro completo para garantizar la mayoría calificada que habilite el paquete de reformas del Presidente.
Bajo el estandarte de la Cuarta Transformación y con Claudia Sheinbaum como capitana, los líderes de Morena insisten en la necesidad de cerrar filas, desestimando las diferencias internas que, según ellos, son naturales en un movimiento de tal magnitud. No obstante, la retórica de unidad, oculta tensiones palpables y controversias evidentes.
El senador Martínez presume el avance en la definición de candidaturas, mientras la dirigencia estatal y nacional continúa su labor en la postulación de aspirantes a Presidencias Municipales y diputaciones locales. Sin embargo, su llamado a la unidad entra abiertamente en conflicto con la inclusión de figuras tan cuestionadas como Eruviel Ávila y Luis Miranda, generando descontento entre las bases y asombro entre una población que creyó en “el cambio verdadero” mientras le recetan las fórmulas más desprestigiadas del viejo régimen.
Martínez justifica estas incorporaciones como parte de un movimiento más amplio, sin embargo, sus argumentos carecen de coherencia. ¿Cómo puede hablarse de transformación cuando se aceptan en las filas del proyecto a aquellos que representan precisamente lo contrario?
La defensa de Martha Guerrero no hace más que subrayar la frágil posición de Morena en medio de estas polémicas. Si bien reconoce los errores del partido, su llamado a la confianza en la inclusión de figuras como Luis Miranda -vía el aliado Partido Verde– parece desesperado y poco convincente.
Las próximas candidaturas se prometen bajo el supuesto de una definición por encuesta, pero ¿serán estas realmente representativas de la voluntad del pueblo, o simplemente una estrategia para legitimar decisiones preconcebidas?
La intervención de Luis Miranda, con su argumento de pertenencia al Partido Verde, es un recordatorio de la volatilidad ideológica que parece caracterizar a ciertas figuras políticas, poniendo en duda la coherencia y la integridad de sus convicciones, aparte de su muy limitado intelecto y descarado nepotismo, con la expresión silvestre de que él es verde y su padre rojo (ni siquiera dijo “tricolor”) “pero votará por mí”.
Mientras tanto, Mariela Gutiérrez Escalante (que ganará una senaduría por el beso que le dio en la mano al Presidente) y Mónica Álvarez Nemer, respaldan el proyecto de Sheinbaum con un optimismo que parece más bien un intento de contrarrestar la incertidumbre que rodea a su partido.
En resumen, las declaraciones de la dirigencia y candidatos de Morena parecen más un ejercicio de autoconvencimiento que una expresión genuina de confianza y unidad. En un contexto marcado por la ambigüedad y las controversias, la victoria proclamada está lejos de ser una certeza, y la transformación que prometen parece más un espejismo que una realidad tangible.
Anexamos aquí un video grabado por Notiguía Televisión ¡hace tres años y que no ha perdido su vigencia! sobre la postulación de Luis Miranda Jr. por cuenta del morenismo verde. ¡No se lo pierda!