El conflicto comercial entre ambas naciones, pone en jaque a empresas atrapadas en esta pugna geopolítica

China está utilizando su control sobre cadenas de suministro clave como arma contra las sanciones estadounidenses, marcando un cambio significativo en su enfoque frente al comercio y la tecnología, reporta el New York Times. Un ejemplo emblemático es Skydio, el principal fabricante estadounidense de drones, que vio su acceso a baterías chinas bloqueado días antes de las elecciones de 2020, ralentizando sus operaciones y afectando a clientes como el Ejército de EE. UU.

Este tipo de represalias muestra la disposición de China a adoptar medidas agresivas contra empresas estadounidenses, como sanciones a PVH (dueña de Calvin Klein) y restricciones al gigante tecnológico Intel, en respuesta a normativas comerciales estadounidenses. El objetivo es claro: advertir que acatar regulaciones que afecten intereses chinos traerá consecuencias.

Forcejeos por guerra comercial entre China y EE. UU.

Desde 2019, Pekín ha creado herramientas legales como listas negras y leyes de control de exportaciones para penalizar a empresas extranjeras y limitar el acceso global a materiales estratégicos como tierras raras y litio. Estas tácticas forman parte de una calculada “guerra de la cadena de suministro”, diseñada para aumentar la presión sobre la economía estadounidense mientras busca equilibrar sus intereses internos y atraer inversores.

A pesar de los riesgos, la dependencia mutua entre ambas potencias limita el alcance de las represalias, pues sectores clave chinos aún necesitan productos estadounidenses como chips o soya. Sin embargo, este nuevo frente amenaza con escalar el conflicto comercial entre ambas naciones, poniendo en jaque a empresas atrapadas en esta pugna geopolítica.