¡Asocia AMLO a Mussolini con Juárez en discurso ante la ONU! LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Imagen desastrosa del mandatario mexicano improvisando en un video pregrabado
Queriendo destacar la importancia y fama de Benito Juárez (en un discurso improvisado ante la ONU -a pesar de que era pregrabado-) el Presidente López Obrador destaca que el padre de Benito Mussolini le puso ese nombre en honor a Juárez, sin aclarar la clase de abominación histórica con la que estaba asociando al Benemérito de las Américas“.
La desastrosa pifia que podría haber convertido a nuestro presidente en el hazmerreír mundial, es responsabilidad del coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, quien interpreta mal la crítica constante que el mandatario profiere contra los “intelectuales orgánicos” y la hace extensiva a cualquier tipo de actividad intelectual.
Para colmo, nunca le advirtió a don Andrés que tenía chueco el cuello de la camisa y que a nadie en el mundo -y a muy pocos en México, como lo demuestra el fracaso de la rifa- le interesa un cacahuate que se haya rifado y encima se venda un avión, por muy lujoso que sea.
Exponer a diario al Presidente a la improvisación de discursos y conferencias de prensa en vivo, constituye una tremenda irresponsabilidad de su asesor de imagen. Omitir decirle claramente al Jefe del Ejecutivo que está muy lejos de ser un gran orador y que sus alocuciones “históricas” suelen ir plagadas de errores, representa un crimen de lesa comunicación social. Una omisión imperdonable que revela la mediocridad de don Ramírez Cuevas.
El vocero de AMLO no sirve ni para cargarle el micrófono al Presidente, un hombre indudablemente bien intencionado que enfrenta a un aparato cada vez mejor organizado de poderes fácticos que dejaron sembrados los saqueadores y genocidas a los que arrojó del poder presidencial. Pero él no puede solo.
Necesita don Andrés que hombres y mujeres lúcidas lo arropen en sus conferencias y discursos. Los Aguilar Camín y los Krauzes son intelectuales de altos vuelos, corrompidos por el dinero, que pusieron sus capacidades discursivas al servicio de las peores causas de simulación y engaño, pero ello no significa, como seguramente piensa Jesús Ramírez, que todos los intelectuales son iguales.
Esa fobia por la inteligencia y su inclinación cada vez más clara de formar un pull de reporteros lambiscones en la Mañanera, la resiente no Ramírez, sino López Obrador y quienes todavía creen en él.
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