Maurilio Hernández recibe al “Frente Nacional por la Familia” pero arrojó chorros de agua a las feministas
La iniciativa de ley para la Interrupción Legal del Embarazo, que se mantiene congelada en el Congreso mexiquense, no será discutida en la presente Legislatura, informó el Frente Nacional por la Familia (FNF), luego de reunirse con diputados este martes, según reporte de varios medios de información del Valle de Toluca.
María de los Ángeles Bravo Álvarez Malo, presidenta estatal del Frente, informó que, al menos en lo que resta de la actual Legislatura, el tema que se mantiene en comisiones no será votado. “No habrá votación en esta Legislatura, no hay consenso necesario”, dijo en entrevista telefónica con Filiberto Ramos para El Sol de Toluca.
“Explicó que en la reunión con el presidente de la Junta de Coordinación Política, Maurilio Hernández, fueron siete organizaciones a las que se informó que restan al menos tres sesiones extraordinarias, pero el tema no será parte de la discusión”.
“Le externamos nuestra preocupación por la presión de grupos feministas, pero nos dijo que no cederán a las presiones, afirmó la presidenta estatal de la FNF“, aclara el experimentado reportero.
Menos mal que don Maurilio se descara y termina admitiendo que “no cederá a las presiones de las feministas“, lo que significa que seguirá incumpliendo el mandato de impulsar la agenda progresista de la izquierda a la que dice estar afiliado, pero sí cede prontamente a las presiones de los grupos antagónicos que durante décadas han impuesto su, por lo demás, muy respetable visión conservadora respecto del espinoso tema en cuestión.
En lo personal me complace no haberme equivocado ni exagerado al señalar que el Presidente de la JUCOPO es un “siervo de la reacción”.
Las posturas antagónicas sobre el aborto son absolutamente irreconciliables. No hay forma de convencer a militantes comprometidos de “provida” de que un embrión (cigoto, mórula, blástula o cualquier otro estadio de su inicial desarrollo) no puede ser un sujeto con plenos derechos, por encima incluso de los de la dama que lo lleva a cuestas, a menudo muy lejos de su decisión y deseo. No hay manera.
Este carácter irreconciliable supone, entonces, que cuando la mayoría en un sistema democrático opta por una plataforma política determinada para la conformación del Congreso, es de esperar que esa mayoría legislativa impulsará las reformas necesarias para que prevalezca la agenda favorecida en las urnas, independientemente de la feroz discrepancia de las otras plataformas.
De hecho, la condena al aborto ha imperado por decisión de grupos conservadores alentados por las iglesias (principalmente la Católica) durante muchas décadas, postura que coincide por cierto a plenitud con la represión contra la sexualidad de las mujeres que le costó la vida a millones (según algunas fuentes) mediante la masiva quema y tortura de “brujas” a lo largo de la Edad Media por cuenta de esa misma Iglesia que, al parecer, se enardece más con el tema del aborto que con los escandalosos casos de pederastia de muchos de sus miembros.
La promesa de Maurilio Hernández a las organizaciones “provida” de que “no se dejará presionar por las feministas“, constituye a todas luces una traición a la milenaria lucha contra el patriarcado misógino y represor (típico de una visión talibana del mundo); a la agenda de izquierda que simula representar; a las miles de mujeres que han fallecido de fiebre puerperal luego de un aborto practicado en forma clandestina e insalubre; y a centenares de mujeres mexiquense que tienen que ir a que las asistan en un embarazo no deseado a la bendita Ciudad de México.
¡Que les quede claro! ¡Ninguna mujer desea abortar, pero muchas se ven obligadas a hacerlo por múltiples razones que solo a ellas compete decidir! Criminalizarlas por esa decisión es solo una más de las múltiples atrocidades que el patriarcado les impone desde hace unos 5 mil años.
