Elizabeth García Vichis la vuelve a regar: dice que la influencia de La Mañanera es mínima
Con esa “revelación” trata de explicar que la beligerancia presidencial no propicia el asesinato de periodistas
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
La comediante de los miércoles en La Mañanera, la que no baja de mentirosos a periodistas sin más pruebas que su propio sesgadísimo juicio, Ana Elizabeth García Vilchis, mejor conocida como “la vocera del voz-cero”, nos obsequió esta mañana con la segunda más grande regada que defensor alguno podría exponer en perjuicio de su defendido (la primera fue cuando llamó Guccilopochtli al hijo menor de don Andrés, entre risitas burlonas).
Esta vez, la guapa joven que no sabe ni “ler” (como diría el comediante Aurelio Ñoño) se aventó al ruedo a declarar que 96% de los mexicanos se informan en la televisión comercial y que hay comunicadores que tienen más de 10 millones de seguidores en YouTube, mientras que la Mañanera, “el poderoso podio presidencial según algunos, capaz de influir en el asesinato de periodistas“, apenas cuenta con una modesta audiencia de medio millón de personas.
No me defiendas comadre, debe haber pensado el Presidente, quien no daba crédito de que, en su cara, una empleada suya estuviera emitiendo un juicio que minimiza su encomiable esfuerzo cotidiano, convencido como está don Andrés Manuel de que desde el púlpito presidencial se lleva a cabo, con un vigor incontenible, “la revolución de las conciencias”.
Se necesita ser muy… pero muy descuidado para pensar que con esa información se le hace un favor al Presidente, porque es un hecho –al parecer ignorado por la “experta en análisis de prensa”–, que La Mañanera fija la agenda informativa nacional en todos los medios de comunicación serios.
Y aunque esto no fuera así, medio millón de fanáticos seguidores del Presidente, dispuestos a todo por rifársela con él, son más que suficientes para que salte por ahí alguno particularmente agresivo que interprete como “su deber” agredir a los periodistas que tanto molestan a su ídolo. Así que, por ese lado, el tiro le sale nuevamente por la culata a la respetabilísima dama.
Por otro lado, la señorita debe haberse sentido más incómoda que de costumbre, al presenciar que su jefe tuvo que rectificar hoy la información falsa que emitió ayer y que causó gran revuelo en el país y en el extranjero, a saber, que Televisa no le dio once millones de pesos a Loret el año pasado, sino algo así como 2.5 millones, porque el resto lo aportó una de las empresas que Televisa había vendido.
Esta aclaración le fue hecha al mandatario “en privado” por los directivos de la emisora a la que había amenazado veladamente con revisar sus concesiones en la víspera.
Ahora sí que se le caía la cara de pena a don Andrés, un hombre solitario al que dejan morir solo los funcionarios de alto nivel que le deben el puesto, pues mientras los opositores nostálgicos del saqueo rugen con virulencia inusitada, “los amigos” de don Andrés salen tímidamente a la palestra para estampar su firma en desplegados intrascendentes, a la más pura usanza del viejo PRI, excepción hecha de algunos intelectuales de izquierda a quienes el mandatario agradece y promete publicar una lista de reconocimiento.
“Es de interés público conocer los ingresos de comunicadores que reciben recursos públicos o de fundaciones extranjeras”, juró por su parte, en Twitter, el voz-cero Jesús Ramírez Cuevas, dejando como prueba de su tajante afirmación nada más que sus purititos calzones.
Ramírez Cuevas ha sido el principal promotor de la confrontación del Presidente con la prensa, hábito que no le puede acarrear al país más que desgracia, porque perjudica el prestigio de los periodistas decentes –y del propio mandatario– por una parte, al tiempo que, por la otra, mata de risa a los mercenarios de la información, pues en vez de ser indiciados por poner el noble oficio al servicio de la mentira, son amplia y gratuitamente publicitados dese la Presidencia de la República. Negocio redondo.