jueves, julio 25

AMLO, El Predicador. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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De buenas intenciones está pavimentado el camino hacia el Presidencialismo más salvaje

Las revelaciones de ayer del Presidente sobre “la traición de empresarios” (de los cuales no quiso dar sus nombres) que primero encumbraron a Enrique Peña Nieto, quien les dio todo, todo, todo y luego terminaron burlándose de él y tratándolo como el payaso de las cachetadas, coinciden puntualmente con otras filtraciones (a medias) que ha soltado el mandatario sobre su antecesor, a quien parece estarle muy agradecido -tanto como para brindarle una evidente, inobjetable impunidad- porque Peña no le cerró la posibilidad de acceso al poder mediante los mecanismos tradicionales del fraude, sufrido dos veces por don Andrés, en el 2006 y el 2012.

¿López Obrador es un hombre tan fiel a sus compromisos políticos, que los antepone a sus obligaciones como mandatario?

Empático ante la amarga queja del “presidente más guapo de la historia” (según presume el PRI de telenovela) don Andrés se conforma con deslizar sus indiscreciones, pero sin revelar nombres, ni enderezar causas judiciales contra nadie, ni contra Peña por haberles dado contratos ilegales y condonaciones de impuestos, ni a los empresarios corruptos que se beneficiaron a costa del pueblo de México de esas generosas dádivas presidenciales.

La conclusión lógica facilona nos llevaría a columbrar que el Presidente, al guardar cuidadosamente esos secretos hasta que se le escapan de vez en cuando a fuerza de tanta riesgosa improvisación matutina, es igual de corrupto que Peña y los empresaurios que lo traicionaron, simple y llanamente porque no piensa tocarlos con el pétalo de una denuncia formal y reitera a cada rato que se siente muy cómodo con el fiscal florero.

Pero las conclusiones facilonas nos alejan, en vez de acercarnos a la siempre inalcanzable verdad. Don Andrés no es un corrupto en el sentido clásico, es decir político, del término..

López Obrador encuadra a la perfección, a mi modesto entender, en el comportamiento de un predicador. Teniendo todo, todo, todo el poder para enjuiciar a los perpetradores de las atrocidades que describe a diario desde el púlpito mañanero, más que con indignación, con vocación meramente descriptiva, como la de un historiador, don Andrés espera que la gente tome conciencia de esas atrocidades para que no vuelvan a votar por esos “monstruos neoliberales”, a fin de que su labor diaria de derroche descomunal de saliva, provoque una “revolución de las conciencias” que finalmente arrase con la respetabilidad electoral de esos personajes..

Esa es precisamente la labor de un predicador que espera “iluminar” a las masas que lo escuchan para que sean ellas quienes castiguen -electoral, no judicialmente-, a los malvados villanos que los han saqueado y oprimido durante 36 años en los que nadie se dio cuenta porque -en la narrativa de don Andrés– los mercenarios de la prensa ocultaron perversamente esa realidad atroz hasta que llegó el milagroso 2018, con el mensaje liberador -y podríamos decir evangélico- de este héroe nacional capaz de encabezar un movimiento transformador de la talla de nuestras grandes hazañas históricas ¡sin disparar una sola bala!, sin encarcelar a nadie.

No. Don Andrés no puede ser acusado de corrupto. Es un buen hombre con principios tan arraigados en su vocación mesiánica que lo llevan inconscientemente a abdicar de sus obligaciones como Jefe de Estado.

Y lo peor es que sus seguidores, muchos de ellos fanatizados hasta extremos cuasi religiosos; los “mirones profesionales”, vejados públicamente a diario; y, sobre todo, sus colaboradores cercanos, no se atreven a clarificarlo, le siguen la corriente hasta grados que hacen palidecer la tradicional sumisión de los otros poderes y la ausencia total de contrapesos en el presidencialismo más salvaje.

Según Roberto Rock, uno de los pocos columnistas receptores de confidencias desde el Palacio Nacional, “el presidente López Obrador sostuvo en días pasados una reunión privada con los seis candidatos de Morena a las gubernaturas que se disputarán en junio próximo, para cada uno de los cuales tuvo recomendaciones, algunos regaños y en casos concretos, la demanda de arrasar en su cita con las urnas”.
( Roberto Rock. AMLO instruye a candidatos de Morena. El Universal.- https://www.eluniversal.com.mx/opinion/roberto-rock-l/amlo-instruye-candidatos-de-morena ).

“En cierto momento la charla se detuvo en el PRI. Entre bromas y veras, el mandatario dijo a sus interlocutores que le gusta personificar en el expresidente Carlos Salinas las alusiones a la ‘mafia priista’. Eso está bien para el ciudadano de a pie… pero todos sabemos que (Salinas) ya está ausente. El verdadero mandón del PRI no es, tampoco, Alito (Alejandro Moreno, líder formal del tricolor). El nuevo jefe de la mafia es (Rubén) Moreira, actual coordinador de la bancada del Institucional en la Cámara de Diputados”.

¿Será?

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