viernes, abril 19

Califica AMLO hoy de “calumniosa” la petición de los “borregos injerencistas europeos” (sic)

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“Lean bien… Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones”, les dijo ayer

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

El Presidente López Obrador abundó en la Mañanera de hoy viernes a petición del reportero de Reforma, sobre la confrontación que sostiene con el Parlamento Europeo, con otra serie de expresiones que bien podrían ser interpretados, en la lógica “diplomática”, como insultos adicionales a los expresados ayer, cuando no los bajaba de “borregos injerencistas, corruptos, mentirosos e hipócritas:

“Estos señores legisladores europeos son muy conservadores, con mentalidad colonialista”, acusaba el mandatario esta mañana y aclaraba que no fue la Cancillería, sino él, de camino a Tapachula, con ayuda de Jesús Ramírez, quien redactó la respuesta al Parlamento Europeo que le solicitó -por aplastante mayoría de 607 votos a favor, 2 en contra y 73 abstenciones-, “frenar la ‘retórica populista‘ contra periodistas en la Mañanera… porque “México es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra”.

Además, el Parlamento Europeo refirió que del 90 al 95% de los asesinatos contra comunicadores permanecen impunes, algo que ayer el mandatario había negado rotundamente ante el cuestionamiento de un periodista extranjero en La Mañanera.

El agresivo texto que redactó el mandatario “con ayuda de Jesús Ramírez” es el siguiente:

A los diputados del Parlamento Europeo:
Basta de corrupción, de mentiras y de hipocresías.

Es lamentable que se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación, impulsada por millones de mexicanos para enfrentar la monstruosa desigualdad y la violencia heredada por la política económica neoliberal que durante 36 años se impuso en nuestro país.

Sepan diputados europeos, que México ha dejado de ser tierra de conquista y, como en muy pocas ocasiones en su historia, se están haciendo valer los principios libertarios de igualdad y democracia. Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice.

México es un país pacifista que ha optado por la no violencia y somos partidarios del diálogo, no de la guerra; no enviamos armas a ningún país bajo ninguna circunstancia, como ustedes lo están haciendo ahora.

Si estuviésemos en la situación que ustedes describen en su panfleto, nuestro presidente no sería respaldado por el 66 por ciento de los ciudadanos, como lo publicó ayer la encuesta de la empresa Morning Consult que lo coloca en segundo lugar entre los principales mandatarios del mundo. Dicho sea de paso, con más aprobación que los gobernantes europeos.

Para la próxima, infórmense y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Y no olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano.

Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial y no olviden lo que decía ese gigante de las Américas, el presidente Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Gobierno de la República

Si bien prácticamente todo lo dicho en ese suigéneris comunicado es perfectamente cierto, las reglas de la diplomacia exigen que los planteamientos sean extremadamente cuidadosos para no herir la sensibilidad de otros pueblos.

Por otra parte, al menos dos de los audios de las parlamentarias españolas, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Soraya Rodríguez, son también muy agresivos y definitivamente injerencistas.

Ello dio pie a la irritación de un mandatario que ha venido provocando a los españoles con planteamientos absolutamente ciertos, pero innecesarios, sobre los robos en despoblado que varias empresas españolas perpetraron en México con la complicidad de Gobiernos neoliberales como el de Enrique Peña Nieto a quien el presidente López Obrador se niega rotundamente a castigar penalmente.

El caso de OHL, por ejemplo, es escandaloso no solo por la extrema corrupción de sus contratos, sino que buena parte de los dineros ilegales obtenidos se desviaron hacia procesos electorales, incluida la elección presidencial de Peña Nieto (lo mismo que en el caso de Odebrecht), lo que agrava la participación delincuencial de esas empresas en nuestro país.

Pero la reacción del Presidente López Obrador no es la adecuada. Se la ha pasado 3 años y medio quejándose amargamente de que, por ejemplo, Iberdrola contratara a Felipe Calderón, como si el presidente fuera todavía un miembro de la oposición que solo puede denunciar públicamente, sin usar el inmenso poder que tuvo al inicio, con el control absoluto del Congreso, para castigar a los jefes de la mafia.

AMLO ha preferido encarar verbalmente a los corruptos mexicanos y sus cómplices extranjeros, como si no tuviera la facultad y capacidad de castigarlos judicialmente. Lo único que le falta es la voluntad política de enderezar el barco más allá de la simple retórica incendiaria y provocadora que polariza a México, y nos empantana en conflictos diplomáticos gratuitos.

¿Queda claro que este planteamiento no es un misil para detractar a AMLO, “desde el chayoterismo neoliberal”, sino un análisis perfectamente bien intencionado para que don Andrés rectifique una política de comunicación social peligrosamente equivocada?

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