Balance de precampañas en Edomex. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Violación sistemática al espíritu de la ley, desafío histórico para la Inteligencia Artificial
A la “toma de Texcoco” por cuenta de Alejandra del Moral y sus huestes de acarreados -y lo más importante, a su ungimiento formal como candidata priista al gobierno mexiquense-, no acudieron ni Alfredo del Mazo, ni Marko Cortés, ni Jesús Zambrano. ¿Cómo se explica semejante desaguisado?
Julio Hernández López, un gran analista -algo dopado últimamente por el poder presidencial-, escribe al respecto:
“La del Estado de México es una batalla electoral plena de especulaciones. La principal materia conjetural se refiere a los verdaderos ánimos (combativos o negociadamente simulatorios) del partido que está en el poder en la entidad, el Revolucionario Institucional (PRI), y de su determinante factor político y financiero, el difuso gobernante Alfredo del Mazo III (su padre y su abuelo ya fueron mandatarios de la entidad), al que muchos dan por arreglado con el obradorista poder federal para ceder la plaza y granjearse impunidad y tal vez algún buen puesto diplomático”…
“¿Coahuila para el PRI, con el semimonrealista Guadiana como pieza de sacrificio preconcebido, a cambio del Estado de México para Morena, con la delmacista Del Moral como pieza de sacrificio preconcebido? ¿El Grupo Texcoco en lugar del Atlacomulco, con el binomio Moreira-Riquelme afianzado en Coahuila?”
Olvidó don Julio referirse ahora a don Alfredo III como “el gobernador de holograma”, como le decía antes de que el poder presidencial sometiera casi por completo al diario La Jornada, a base de convenios semejantes a los que se prodiga a las televisoras con la mano derecha de Jesús Ramírez, mientras la mano izquierda de López Obrador las baña de insultos cotidianamente.
Pero volviendo al tema, fue sumamente penosa la estrategia de precampaña de Ale. ¿Quién se la habrá confeccionado? ¿Algún agente doble de la cuarta transformación?
Primero, tapizó con espectaculares cada rincón disponible del territorio estatal, en un claro delito de acto anticipado de campaña, incluso sancionado por el IEEM con la orden terminante, unos días antes del inicio de la precampaña, con plazo perentorio para que retirara el desastre visual con el que nos sigue torturando. Que sepamos, no se ha resuelto aun si semejante derroche se contabilizará dentro de sus gastos, o la autoridad terminará, como de costumbre, haciéndose … de la vista gorda.
Días después, la mafia electorera que rodea a doña Ale, volvió a colocar su tinglado espectacular ya en pleno periodo de precampaña, en una dudosa violación de la ley que marca, de manera inequívoca, que ahí donde solo hay un precandidato, no debe realizarse propaganda y que, incluso aunque fuera legal hacerlo, solo debería estar dirigida a la militancia de su partido y no al electorado en general. Pero la ley no es precisa al respecto, dicen los leguleyos acostumbrados a violarla en cuerpo y espíritu.
Cada uno interpreta la ley como le viene en gana, o más propiamente dicho, como conviene a los intereses de los patrocinadores de individuos o instituciones en conflicto. Ello es debido a que resulta materialmente imposible contemplar en los textos formales -que constituyen el marco jurídico global-, todas y cada una de las posibilidades que, la avaricia o el ansia de poder, inventan todo el tiempo -desde fechas inmemoriales- para desvirtuar el espíritu de las leyes.
Por eso existe una Suprema Corte de Justicia, para dirimir esos desvíos con base en la interpretación del mecanismo regulador por excelencia, la Constitución. Pero ya sabemos también cómo se las gastan los privilegiados ministros de la Tremenda Corte en sus amasiatos desvergonzados con los poderosos, tanto de la Iniciativa Privada como del Poder de los poderes en México, el Ejecutivo, aunque ahora don Andrés jure y perjure que su intención no era imponer a la plagiadora de tesis, esposa de su amigo Riobóo, y que tal aberración -y no su mesura y presunta vocación por el equilibrio de poderes- fue la que determinó la histórica rebelión de los ministros.
Será uno de los principales retos para el reciente bombazo de la largamente esperada irrupción de la Inteligencia Artificial, compilar en textos kilométricos que para los abogados y jueces sería imposible memorizar, todas las desviaciones posibles al espíritu de las leyes, a fin de generar una jurisprudencia fácilmente asequible e inapelable, que obligue a respetar, de una vez por todas y para siempre, ese espíritu que solo los humanos (y no los robots) pueden darle a la convivencia justa y civilizada.
Por lo pronto, Ale del Moral me decepcionó profundamente cuando insinuó ser lo suficientemente “valiente” para reconocer los errores de la mafia del poder que la arropa y ha saqueado por más de 90 años la entidad donde vivo con mi familia, pero a final de cuentas terminó reconociendo que es Texcoco y no Atlacomulco, el nuevo centro de poder del último bastión importante de un partido en franca y más que merecida extinción.
Enhorabuena y ojalá que doña Delfina sí muestre la valentía que se requiere para reconocer, primero, y luego rectificar los gravísimos errores que está cometiendo su padrino político, como el de militarizar el país en forma delirante y desenfrenada; confundir la aplicación de la ley contra la mafia del poder a la que no cesa de criticar en forma meramente discursiva, con un asunto de “venganza”; despreciar a la clase media manteniendo intactos los intereses de la clase dominante y así construir -como reconoció explícitamente- huestes agradecidas de adictos a sus raquíticas dádivas sociales y pensiones, entre otros muchos detallitos que lo convierten en un izquierdista dicharachero, pero profundamente conservador en su praxis política.