Ayer, AMLO había responsabilizado a los propios migrantes. ¿Adán no le informó del video?

Hay dos tragedias paralelas en el dantesco desenlace del incendio en un centro de detención de migrantes en Chihuahua. Por un lado, el pavoroso suplicio y muerte de las 38 personas detenidas en esa suerte de campo de concentración nazi (como dice Porfirio Muñoz Ledo), ante la indiferencia criminal de los custodios que huyeron para salvarse, sin mostrar un mínimo de compasión, una pizca de humanidad en su podrida existencia.

Por el otro, el apresuramiento indigno de un par de tabasqueños empoderados en las más altas posiciones gubernamentales del país, tratando de sacar raja política de la terrible tragedia:

Adán, apresurándose a echar la culpa a Marcelo, cuando el INM depende administrativamente de la Secretaría de Gobernación y, en el colmo de su pésima actuación posterior a la tragedia, en entrevista con Joaquín López Dóriga, el secretario confesó su irritación porque el gobierno panista de Chihuahua dio a conocer el video de los hechos, considerando que “por respeto a las víctimas” debería haberse ocultado la verdad a la opinión pública, como parece se la ocultó al Presidente López Obrador.

“Fíjate -le dijo a López Dóriga– que yo conozco el video que distribuyeron del gobierno del estado y yo repruebo una conducta como esa, pues el video nosotros lo teníamos desde la madrugada, desde la medianoche, pero pues para no entorpecer las investigaciones y por respeto a las víctimas uno debe ser cuidadoso con estos asuntos ¿no?”.

Y don Andrés, por otra parte, adelantando, de bote pronto, una autoexculpación mal informada, según la cual los propios migrantes provocaron la tragedia, “incendiando colchones al enterarse de que serían deportados”…

Pero lo más grave de esta torpeza monumental es que el mandatario no rectificó esta mañana -como sería de esperar de alguien que presume “su pecho no es bodega”- ofreciendo mínimamente disculpas por sus desatinos del día anterior, planteando, por ejemplo, que Adán o Jesús Ramírez se abstuvieron de informarle sobre la genocida actitud de los custodios de un Instituto que expone, en la página del Gobierno Federal, la siguiente serie de fantasías sobre sus presuntas funciones:

“¿Qué es el INM?
El Instituto Nacional de Migración es un órgano administrativo desconcentrado de la Administración Pública Federal, dependiente de la Secretaría de Gobernación, el cual aplica la legislación migratoria vigente”.

¿Qué hacemos?
El Instituto Nacional de Migración en cumplimiento con las leyes mexicanas y tratados internacionales, aplica de manera permanente diversas disposiciones, para otorgarles a todos los extranjeros las facilidades necesarias para llevar a cabo procedimientos migratorios legales, ordenados y seguros que permitan su ingreso y estancia en territorio nacional con estricto apego a proteger los derechos humanos, implementando los ordenamientos establecidos en la Ley de Migración y su reglamento.

Misión
Instrumentar la política en materia migratoria bajo los principios de respeto y seguridad de las personas migrantes nacionales y extranjeras con independencia de su situación migratoria durante su ingreso, tránsito y salida del territorio nacional, reconociéndolos como sujetos de derecho, mediante la eficiencia y eficacia de los trámites y procedimientos migratorios, para contribuir a que la movilidad y migración internacional sea ordenada, segura y regular con base en el marco legal y con pleno respeto a los derechos humanos.

Visión
Ser la Institución que garantice una gestión migratoria con pleno respeto a las personas migrantes, bajo un esquema de profesionalización de los servidores públicos, orientada a procesos, con incorporación de tecnologías de la información, facilitando y simplificando trámites y procedimientos migratorios y fortaleciendo acciones de control, revisión y verificación migratoria para una migración segura, ordenada y regular”.