Amenazó de muerte al dueño de una tlapalería y su familia exigiendo 2 millones de pesos

Grupos de autodefensas integrados por transportistas del Estado de México llevaron a cabo la captura de un individuo señalado como extorsionador. Lo que inicialmente parecía ser un caso más de delincuencia común, pronto reveló una conexión preocupante, ya que el detenido se identificó como miembro activo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SS-Edomex) estatal.

El incidente tuvo lugar en la jornada de ayer, cuando aproximadamente 300 autodefensas, pertenecientes a la Alianza de Autotransportistas, Comerciantes y Anexas de México, lograron aprehender al sospechoso. El individuo en cuestión estaba en pleno proceso de recolectar dinero proveniente de un acto de extorsión contra el propietario de una tlapalería local.

El líder de la alianza, Jafet Sáinz Villarreal, informó que esta operación marcó el debut de las autodefensas en su papel de vigilancia ciudadana. Los grupos habían iniciado sus patrullajes apenas el lunes anterior, y su intervención en este caso fue un impactante primer paso en su tarea de mantener la seguridad en la región.

Según los relatos, la mañana del día anterior, seis individuos armados ingresaron a una tlapalería ubicada en la colonia Lomas de Tecámac. La víctima, el dueño del establecimiento, fue sometida a punta de pistola, golpeada y amarrada por los delincuentes. Estos perpetradores saquearon el local en busca de dinero y, tras no lograr acceso a una vivienda cercana, huyeron del lugar.

La historia tomó un giro aún más oscuro cuando, poco después, los atacantes realizaron una llamada extorsiva a la tlapalería, solicitando la exorbitante suma de 2 millones de pesos para evitar represalias contra la familia del comerciante y uno de sus empleados.

La respuesta de las autodefensas fue rápida y contundente. Una vez enterados de la situación, se organizaron para atrapar al extorsionador. Gracias a su coordinación y acción conjunta, lograron detener al individuo en el momento en que estaba recibiendo el dinero. Sin embargo, lo que desconcertó a todos fue su identificación como miembro activo de la policía estatal, con una unidad patrullera estacionada junto a él.

La transacción se llevó a cabo en las inmediaciones de un módulo de la policía estatal, un hecho que subraya la audacia y cinismo del presunto extorsionador, quien operaba en su capacidad policial para cometer el crimen.

Jafet Sáinz Villarreal hizo hincapié en la necesidad de que las autoridades competentes actúen con celeridad y responsabilidad. En medio de las acciones de las autodefensas, él declaró: “Esperamos que el fiscal se ponga a trabajar, porque dice que no nos conoce, que apenas hoy escuchó de nosotros. Le dijimos que tendrán que procesar al detenido y hacer su trabajo”.

Hasta avanzada la tarde, un contingente de aproximadamente 300 autodefensas, bajo la dirección de sus líderes, permanecía en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en Ecatepec. Su presencia en el lugar tenía como objetivo ejercer presión sobre las autoridades para garantizar un proceso adecuado y transparente en torno al detenido, quien, de manera insólita, pertenece a las filas de la policía estatal.

El episodio, que combina la lucha ciudadana contra la delincuencia con la revelación de la implicación de un agente de seguridad, pone de relieve los desafíos y las paradojas en el ámbito de la seguridad pública en el Estado de México.