Miente Rosa Icela a los gringos afirmando que no se fabrica fentanilo en México
Alicia Bárcena tiene que entrar al quite con sus finas habilidades diplomáticas
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Muy lamentable la reunión México-EU planeada específicamente para resolver, de una vez por todas, el gravísimo problema del fentanilo que, enviado desde México, causa la muerte de unos cien mil jóvenes norteamericanos anualmente.
La representación mexicana hizo gala de una falta absoluta de comunicación entre las secretarías de Seguridad Pública y Relaciones Exteriores, hasta el grado de que la canciller, Alicia Bárcena, tuvo que desmentir a una Rosa Icela Rodríguez empecinada en mentirle a los norteamericanos asegurando, una y otra vez, que en México no hay laboratorios para fabricar fentanilo.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, y el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, lideraron las delegaciones en la Ciudad de México para abordar la problemática del fentanilo y el aumento de los flujos migratorios.
A pesar de las afirmaciones de EE. UU. de que los cárteles mexicanos fabrican fentanilo con productos químicos de China, la secretaria de Seguridad Pública de México, Rosa Icela Rodríguez, negó que México sea productor de esta sustancia y afirmó que “debe de haber algún tipo de llegada a México de fentanilo, y sí, efectivamente pasa hacia Estados Unidos, pero insisto en que México no produce fentanilo“. La canciller Bárcena aclaró que México no produce precursores de fentanilo y que lo que prevalece en el país es la metanfetamina y en un momento de tensión tuvo que aclarar que no hay laboratorios legales para fabricar el fentanilo, solo clandestinos.
A pesar de estas discrepancias, ambas naciones se comprometieron a colaborar en la lucha contra las drogas sintéticas. México informó sobre la destrucción de más de 2,000 laboratorios de drogas sintéticas desde diciembre de 2018 y el decomiso de grandes cantidades de precursores químicos, metanfetaminas, cocaína, fentanilo y armas de fuego de alto poder.
La delegación mexicana daba la impresión (al menos en la selección de audios en las notas, por ejemplo, de Azucena Uresti en Milenio TV) de que no se habían preparado adecuadamente para una reunión tan crucial para las relaciones con la potencia del Norte.
Parecía que Rosa Icela Rodríguez ignoraba la multitud de notas periodísticas que han dado cuenta de la destrucción de millones de dosis de fentanilo fabricadas en laboratorios clandestinos en territorio mexicano y, desde luego, Azucena se lo recordó mencionando fechas y lugares. También daba la impresión de que la secretaria de Seguridad no distingue la diferencia entre laboratorios clandestinos respecto de los legales y tampoco entiende lo que son precursores químicos.
La delegación estadounidense, sin embargo, elogió la cooperación de México, destacando la reciente extradición del narcotraficante Ovidio Guzmán a EE. UU. El fiscal general de EE. UU., Merrick Garland, anunció que se busca la captura y extradición de los otros tres hijos del “Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”, por su vinculación en el tráfico de fentanilo con el Cártel de Sinaloa.
Así pues, la reunión de los diplomáticos y policías terminó como todas las cumbres, con apapachos arriba y patadas abajo de la mesa, mientras los republicanos, a coro, siembran en Estados Unidos la narrativa de que ante la política amigable de López Obrador con los narcotraficantes mexicanos, ellos van a tener que insistir en intervenir directamente con sus fuerza armadas a someter a los narcotraficantes, como ya empiezan a pedir personajes como Felipe Calderón, quien acaba de exhortar a los mexicanos solicitar ayuda a los Estados Unidos para vigilar el correcto desarrollo del proceso electoral del año próximo.
El “haiga sido como haiga sido” hablando de pulcritud electoral.