miércoles, noviembre 6

Con AMLO terminó el “Efecto Cucaracha”, aunque ya superó la cifra de 161 mil asesinatos

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Estudio de Expansión revela que los delincuentes mantienen sus plazas y abren otras nuevas

Por Jesús López Segura

Un estudio de Lidia Arista, publicado en Expansión, revela que bajo el gobierno de AMLO, México se encuentra en medio de una escalada de violencia que no solo rompe récords de homicidios dolosos, pues se han reportado 161,877, sino que también se extiende a nuevos estados del país, a pesar de la promesa de López Obrador de poner fin a la inseguridad en seis meses y de la creación de la Guardia Nacional.

La violencia se ha extendido a estados como Chiapas, Quintana Roo y Zacatecas, que antes no experimentaban niveles tan altos. Expertos en seguridad pública señalan que la criminalidad se ha acentuado en algunas áreas y ha afectado a regiones que antes estaban relativamente tranquilas, dice la nota referida de Expansión.

AMLO homicidios dolosos

Durante los gobiernos de Felipe Calderón –el mandatario que tuvo la ocurrencia fatídica de meter al Ejército en tareas de Seguridad Pública–, y Enrique Peña Nieto –el Presidente que tuvo la idea, peor, de mantener una estrategia de seguridad que había demostrado su absoluta inutilidad–, era común llamar “efecto cucaracha” al hecho de que tan pronto como se mandaban -previo aviso de las propias autoridades, como acostumbraba el Virrey Castillo– batallones enteros del Ejército y de la Policía Federal (hospedados en hoteles o donde Dios les daba a entender), a alguna ciudad o comunidad en crisis de inseguridad, los delincuentes -como las cucarachas- salían de la zona, para regresar tan pronto como los soldados y policía eran enviados a otra área con focos rojos.

Según el análisis de Expansión, durante el gobierno de López Obrador –el mandatario que cometió el error más grave de todos, es decir, llevar la militarización de la Seguridad Pública a niveles que ni el Comandante Borolas se hubiera atrevido jamás–, ha terminado el “efecto cucaracha” por obra y gracia de la Guardia Nacional.Guardia Nacional

Ahora ya los criminales no tienen que huir del lugar donde mantienen asolados a pobladores a los que extorsionan, roban, violan y matan a placer, debido a que la Guardia Nacional solo hace acto de presencia pero no los ataca -a menos claro, que se hayan atrevido a secuestrar, por error, a encuestadores de Morena– y entonces no tienen que ahuecar el ala, porque además, ya los contingentes militares se quedan en sus nuevos -aunque nada lujosos- cuarteles ad hoc.

El efecto cucaracha ha sido sustituido, entonces, por otro efecto distinto, porque los criminales se expanden a nuevos horizontes como parte de un efecto que podría llamarse el de plaga bíblica.Criminalidad en México sin castigo

Así que, poco a poco, todo México será territorio no Telcel, sino de pobladores asolados por criminales que los roban, violan y matan, en las narices de guardias nacionales que están ahí única y específicamente para evitar que esos pobladores sucumban a la tentación de tomar la justicia en sus propias manos para autodefenderse.

 

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