Se reunió con Benjamin Netanyahu, y anunció que Egipto permitirá la entrada de ayuda humanitaria a Gaza

En un momento crítico, once días después de la invasión terrorista de Hamás, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un gesto que refuerza el respaldo de la administración estadounidense a la búsqueda de una solución de dos Estados en el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.

Durante su visita a Tel Aviv, Biden destacó la importancia de seguir buscando la paz, a pesar de las dificultades. Hizo hincapié en la necesidad de encontrar un camino para que tanto Israel como el pueblo palestino puedan vivir de manera segura, digna y en paz, y expresó que, para él, una solución de dos Estados es la vía a seguir.

En esta visita, el presidente Biden también anunció que Egipto ha acordado abrir el paso fronterizo de Rafá, el único no controlado por Israel, para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la población palestina en Gaza. Además, subrayó que el compromiso de las partes en la entrega de ayuda se mantendría, siempre y cuando Hamás no intervenga para retenerla.

Biden resaltó la colaboración con el presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, para dar una respuesta internacional urgente y sólida a la crisis humanitaria en Gaza. Estados Unidos aportará 100 millones de dólares en ayuda a los palestinos en Gaza y Cisjordania, y se espera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) coordine la distribución de esta asistencia una vez que llegue al enclave palestino.

El presidente estadounidense instó a los israelíes a no dejarse llevar por la rabia, recordando que la gran mayoría de los palestinos no están afiliados a Hamás. Biden afirmó que lo que diferencia a Estados Unidos de los terroristas es la creencia en la dignidad fundamental de toda vida humana, y subrayó que respetar esta dignidad es fundamental para la derrota del terrorismo.

Este respaldo a una solución de dos Estados, que busca establecer un Estado independiente palestino con fronteras basadas en el alto al fuego de 1967 en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental, marca un precedente histórico en la posición de Estados Unidos en el conflicto israelí-palestino, siendo Bill Clinton en 2001 el primer presidente estadounidense en apoyar explícitamente esta solución. Este pronunciamiento de Biden refuerza la importancia de buscar una vía pacífica y duradera en la región.