Puede almacenar 280 millones de piezas, según Birmex, pero inició operaciones con sólo 2 millones 466 mil

La llamada Megafarmacia, un proyecto destinado a resolver el desabasto de medicamentos en México, ha generado preocupación al operar con apenas el 0.9% de su capacidad total. Inaugurada con gran expectativa, esta instalación solo dispone de 2 millones 465 mil 975 piezas, a pesar de tener una capacidad estimada para almacenar 280 millones de fármacos, según información proporcionada por Birmex, la empresa estatal a cargo.

El director de Birmex, Jens Pedro Lohmann Iturburu, reveló estos datos durante una conferencia de prensa en Palacio Nacional. A pesar de la inversión considerable del gobierno federal, que destinó 196 mil millones de pesos para adquirir 3 mil 817 millones de piezas de medicamentos, la Megafarmacia enfrenta críticas por su limitada capacidad de abastecimiento.

Desde su apertura el 29 de diciembre de 2023, la Megafarmacia solo ha logrado surtir 67 recetas en 21 días, de un total de aproximadamente 6 mil 364 llamadas solicitando medicamentos. Además, se rechazaron 4 mil 69 llamadas debido a la falta de receta o información insuficiente, como el CURP.

Aunque el gobierno asegura que los medicamentos almacenados en la Megafarmacia son suficientes para atender a todos los pacientes que los necesiten, las quejas de personas que no han recibido fármacos controlados contradicen esta afirmación.

Birmex, en respuesta a una solicitud de información, confirmó que la Megafarmacia depende del stock de los institutos de salud, como el IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar, para surtir las recetas solicitadas, lo que refleja la complejidad del sistema de abastecimiento.

El desabasto de medicamentos ha sido un problema persistente en México, y durante el gobierno actual ha alcanzado niveles preocupantes. De 2019 a 2022, el gobierno federal no surtió 42.7 millones de recetas, evidenciando un aumento significativo en comparación con administraciones anteriores. La situación plantea desafíos importantes en el acceso a la atención médica y la disponibilidad de tratamientos para la población mexicana, y pone seriamente en entredicho las promesas presidenciales de lograr, en apenas 5 meses, “el mejor sistema de Salud del mundo”.