En lo que va del sexenio, se han detectado 10 mil tomas de huachicol en el Estado de México
Valle de Teotihuacán, la zona con mayor cantidad de sitios de robo de combustible, según Transparencia
Con todo y que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha presumido desde el inicio “un combate frontal al flagelo del huachicol“, durante el periodo comprendido entre 2018 y 2023, Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó un total de 10,027 tomas clandestinas de combustible en el Estado de México, situando a la entidad como una de las tres principales regiones donde más se extraen hidrocarburos de manera ilegal, solo por detrás de Hidalgo y Veracruz.
En el año 2023, se identificaron 1,482 sitios de robo de combustible en el estado, lo que representó una disminución del 33.45% con respecto al año anterior, cuando se reportaron 2,227 tomas clandestinas, marcando un pico de actividad delictiva en ese periodo. Los registros indican que en 2018 se reportaron 1,517 tomas, seguidas por 1,795 en 2019, 1,273 en 2020, y 1,733 en 2021.
El municipio de Otumba encabeza la lista con 1,592 tomas clandestinas detectadas de 2018 a 2023, seguido por Axapusco con 1,186, y Acolman con 1,102, todos pertenecientes al Valle de Teotihuacán.
Rigoberto Cortés Melgoza, alcalde de Acolman, atribuyó la disminución de tomas clandestinas en 2023 a un aumento en los patrullajes de las fuerzas federales y estatales, así como a la protección reforzada de los ductos de gasolina, principalmente.
Las acciones de las autoridades han generado que los grupos delictivos cambien su enfoque geográfico y diversifiquen sus actividades, incursionando en delitos como el robo a transporte, extorsiones, y venta de armamento, según informes de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y de la Secretaría de Gobierno.
A pesar de los esfuerzos por combatir este fenómeno delictivo, la situación sigue siendo preocupante. Por ejemplo, en el municipio de Jilotepec se detectaron 157 tomas clandestinas en 2023, seguido por Soyaniquilpan con 134, Aculco con 111, Huehuetoca con 110, Otumba con 89, y Tepetlaoxtoc con 87.
Las autoridades federales han reportado la presencia de células delictivas dedicadas al robo de combustible, algunas de las cuales cuentan con supuesta protección de elementos de seguridad locales y estatales. Esta problemática se ve agravada por la obsolescencia de los ductos de Pemex y la concentración de comunidades que viven directamente sobre ellos.