Fustigó la falta de consenso regional que llevó a la cancelación de la cumbre de la CELAC

Bogotá. – Mientras Donald Trump avanza con su retórica xenófoba y su maquinaria de deportación masiva de migrantes, América Latina, según Gustavo Petro, sigue en un letargo servil, incapaz de articular una respuesta firme. El presidente colombiano, indignado ante la pasividad de sus pares, lanzó una pregunta incómoda pero necesaria: “¿Entonces aceptamos y nos arrodillamos?”

Desde la Casa de Nariño, Petro fustigó la falta de consenso regional que llevó a la cancelación de la cumbre de la CELAC y advirtió que la reelección de Trump no solo amenaza a los migrantes latinoamericanos, sino que consolida el dominio de los magnates tecnológicos sobre el conocimiento humano.

“¿Qué decirle a Trump?” – planteó Petro con evidente exasperación. “¿Le acepto sus condiciones para el manejo de la nube digital? ¿Nos resignamos a que nos deporten como criminales y no hacemos nada?”

Pero, al parecer, lo que más preocupa a ciertos sectores en Colombia no es la humillación de cientos de migrantes ni el peso geopolítico de la tecnología en manos de aliados de Trump como Elon Musk y Mark Zuckerberg. No. Lo verdaderamente urgente para la oposición es saber por qué Petro estaba despierto a las tres de la mañana del domingo.

Millonarios aliados de Donald Trump

Más interesados en atacar a Petro que en frenar el atropello

En lugar de debatir la crisis humanitaria que implica la deportación de más de 300 colombianos, incluidos 42 niños, desde Estados Unidos en solo dos días, la prensa y la ultraderecha local han preferido especular sobre el “estado” en que se encontraba el presidente al anunciar en X que los vuelos de repatriación serían recibidos con flores… para luego retractarse y negar el aterrizaje de los aviones.

No contentos con la crítica vacía, en el Congreso ya se cocina un proyecto de ley para obligar al mandatario a someterse periódicamente a exámenes toxicológicos. Porque, claro, nada inquieta más a la élite política colombiana que un presidente que se atreve a desafiar públicamente a Trump.

Petro desafió públicamente a Donald Trump por aranceles

La criminalización como política de Estado

Petro no se quedó en lamentos. Comparó la expulsión masiva de migrantes con los oscuros episodios de la Alemania nazi. “No son trenes, sino aviones. No son campos de concentración, pero sí una maquinaria diseñada para deshumanizar al otro”, advirtió.

El mandatario dejó claro que criminalizar a un colectivo entero –latinoamericanos, indígenas, negros– es, simple y llanamente, una política racista. Y no se guardó calificativos: “El que criminaliza un grupo humano es simplemente un criminal”, sentenció.

En un mundo donde los poderosos deciden quién merece derechos y quién no, Petro insiste en que América Latina debe actuar con dignidad. No basta con quejarse en foros internacionales, es hora de una verdadera respuesta política. Pero mientras otros gobiernos prefieren agachar la cabeza, el presidente colombiano lanza la advertencia: la sumisión nunca ha salvado a nadie.