
La maestra desdeñó el evento conmemorativo del centenario de la Planta Ford en Cuautitlán
En su columna, Salvador García Soto expone con sutileza crítica lo que califica como un descuido imperdonable por parte de la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez. El señalamiento gira en torno a su inasistencia al evento conmemorativo del centenario de la Planta de Ford en Cuautitlán, una celebración que no sólo marcaba un hito histórico para la industria automotriz en México, sino que, por su carácter simbólico y estratégico, exigía una presencia política al más alto nivel.
La ceremonia —encabezada por el CEO global de Ford Motor Company, Jim Farley, y realizada en el Centro Global de Tecnología y Negocios de la firma en Naucalpan— representaba una oportunidad clave para afianzar la relación con una de las pocas grandes empresas estadounidenses que han decidido mantener su apuesta por México, a pesar de las presiones y amenazas arancelarias provenientes del discurso trumpista en ascenso. Frente a este contexto internacional delicado, la ausencia de la gobernadora fue percibida por directivos y asistentes como un gesto de desinterés o incomprensión del momento geopolítico que se vive.
Gómez Álvarez delegó su representación a la secretaria de Economía estatal, Laura González Hernández, decisión que, aunque protocolariamente válida, resultó insuficiente frente a la magnitud del acto. García Soto sugiere que la gobernadora privilegia otras prioridades, sin especificar cuáles, dejando entrever un desfase entre la retórica de desarrollo económico y las señales que emite el gobierno estatal.
La crítica no se enuncia en un tono airado, sino que se construye a partir de hechos concretos: la ausencia de la maestra, la presencia del CEO global, la historia centenaria de Ford en México, y la necesidad de enviar señales de certidumbre en medio de una coyuntura tensa para la inversión extranjera. El comentario de cierre —“Los dados dictan Serpiente. Caída libre”— actúa como síntesis del desatino, revelando no solo un tropiezo diplomático, sino una posible tendencia hacia la pérdida de confianza empresarial en la administración de Gómez.
La Gobernadora sí estuvo presente en la conferencia de prensa de esta mañana de su “querida Presidenta” Sheinbaum, junto con varios gobernadores y gobernadores más -incluidos los impresentables de Puebla y Sinaloa– para agradecer los esfuerzos de inversión del gobierno federal en polos de desarrollo en sus entidades, pero en realidad para formar, más bien, un cerco de apoyo a la mandataria federal ante el embate ya incontenible de Donald Trump contra el gobierno mexicano.