sábado, noviembre 23

Proselitismo de AMLO en favor de Delfina. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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“La posible candidata a gobernadora del Estado de México es una mujer buena, trabajadora, honesta”: AMLO

El hecho de que el Presidente de México, usando los recursos públicos de su conferencia de prensa matutina, empiece a elogiar como “buena, trabajadora y honesta” a alguien que reconoce explícitamente como “posible candidata a la gubernatura del Estado de México”, constituye quizá la primera violación grave de la ley electoral que prohíbe realizar proselitismo político usando recursos públicos, y castiga también los actos anticipados de campaña, como tranquilamente pueden ser clasificadas las siguientes declaraciones del mandatario, formuladas ante una pregunta que ni siquiera iba enfocada a su opinión sobre la precandidata, sino sobre cuándo sería relevada del cargo en la SEP y a quién se iba a nombrar en su lugar:

“Bueno eh… primero decir que me da mucho gusto, aunque al final van a ser los ciudadanos del Estado de México los que van a decidir de manera libre y democrática, pero me da mucho gusto que emmm… un partido haya eh… tomado la decisión a partir de encuestas de que sea posible candidata al Estado de México la maestra Delfina Gómez Álvarez.
Es una mujer buena, trabajadora, honesta. Una maestra de grupo que llegó a ser directora de su escuela en Texcoco. Luego se le invitó a participar y ganó la Presidencia Municipal en Texcoco, cuando éramos oposición y luego ganó la diputación federal, después que fue presidenta municipal, también en oposición, en la mera fase.
Y luego fue candidata a gobernadora y… hubo una elección… polémica, para no meternos en honduras.
Y luego ganó por mayoría, como candidata al Senado, pero ha de haber ganado como con 500 mil o un millón de votos de ventaja.
¿No tendrás ahí los datos de cómo fue la elección del Senado?…

Porque me estás preguntando.

… Noooo, me quedé corto: fueron un millón 800 mil votos…”

¿Se le fue el avión presidencial? No. Simplemente el mandatario ejerce el poder en forma carismática (según la terminología de Max Weber) lo que significa que, en contraste con la forma de dominación burocrática, manifiesta cierta indiferencia por la ley y las instituciones y finca su mandato más en la adoración popular. Por eso quiere desaparecer al INE y a todas las OPLES.

Ahora bien ¿digo esto porque quiero que gane el prianperredé en el Estado de México, o porque soy un conservador de mierda?

No. Lo resalto porque ya veo a Juanito Zepeda descalificando a la maestra con todas las de la ley, porque no pasaron ni 24 horas del destape disfrazado de encuesta y ya está el Presidente con la matraca desde temprana hora blandiendo elogios para su delfina, lo que podría valerles, a ambos, una ruda descalificación por parte de una autoridad electoral al parecer empecinada en aplicarse a fondo, a pesar de las amenazas presidenciales de desaparecerlos.

Ya desde ayer Juan Zepeda calificaba a Delfina como una “delincuente electoral”, en entrevista con Azucena Uresti que le decía: óigame noooo, el Tribunal electoral castigó a Morena no a la maestra.

Azucena, le respondió Juanito, “pero hubo una responsable que fue ella”, como puede constatarse en el video anexo.

Adicionalmente, hay que considerar que los 4 millones y medio de pesos que tuvo que pagar Morena por las presuntas transas de la ex alcaldesa de Texcoco, fueron a cuenta de que otras autoridades competentes le dieran seguimiento al caso, en la medida en que el TEPJF no puede castigar a personas, pero sí a los partidos.

En otra entrevista de Azucena Uresti, Federico Berrueto explica la falta absoluta de equidad en las encuestas que encumbraron a la maestra, porque ella es ampliamente conocida pues fue la candidata en el sexenio anterior y ha sido promocionada mediáticamente por el Presidente, a diferencia de sus adversarios. Una encuesta, para que sea válida, sugiere Berrueto, debe contemplar un proceso previo de debates, para que los competidores estén en igualdad de condiciones.

Y yo agrego que la visión estadística del Presidente -acostumbrado a tomar como “decisiones populares” las manos levantadas en sus mítines-, simplemente es muy limitada, pues don Andrés es perfectamente capaz de nombrar a Los Tigres del Norte como los mejores músicos mexicanos a partir de una encuesta en que se evalúe su nivel de popularidad, en comparación con el de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, por ejemplo.

Desde luego que Los Tigres del Norte arrasarían en una encuesta así formulada, pero ello no significaría en absoluto que eso los califique como mejores músicos que los de la Sinfónica.

No sabemos si Delfina Gómez, concluye Berrueto, está realmente capacitada para gobernar una entidad tan compleja como la mexiquense.

Y ni siquiera sabemos, agregaría quien esto escribe, si Delfina va a ser capaz, durante la próxima campaña, de responderle en forma contundente a Juan Zepeda -quien la tacha desde ahora de “delincuente electoral”- si los miles de espectaculares que le financió al ahora emecista el Señor Ávila, pueden ser o no clasificados como flagrante y escandalosa delincuencia electoral a gran escala.

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