¿Cuántos muertos y heridos graves decidirán a las autoridades para limitar los cohetones en el Edomex?
Ahora tocó al municipio de Santiago Tianguistenco sufrir la tragedia de la explosión de fuegos artificiales que, casi a diario, torturan a las personas y los animalitos en las más diversas comunidades que, por irracionales hábitos de las iglesias, y torpe suministro de autoridades municipales inconscientes, truenan como bombas con cualquier pretexto religioso o cívico.
Una explosión de juegos pirotécnicos ocurrida durante la celebración de la fiesta patronal de San Nicolás Coatepec, en ese municipio, dejó un saldo de un muerto y 35 lesionados, según reportan diversos medios locales y nacionales.
La contaminación ambiental que se produce con esta quema indiscriminada de explosivos tan potentes que rompen tímpanos y generan infartos en personas delicadas del corazón, o pánico en mascotas muy susceptibles al descomunal ruido, se suma a los “accidentes” prevenibles que causan tragedias familiares cada cierto tiempo sobre todo en Tultepec, pero también en otras comunidades consumidoras de este tipo de peligrosa “artesanía” que muy bien podría haber sido reorientada desde hace mucho tiempo a la fabricación de fuegos artificiales bellísimos e inocuos, no ruidosos, pero hágale usted entender eso a los curas y sus sordos fanáticos.
El gobierno mexiquense informó que los servicios de emergencia y de la Cruz Roja llevaron a hospitales de Xalatlaco, municipio aledaño a Tianguistenco, a 24 personas. A cuatro más al Centro Médico Adolfo López Mateos, en Toluca, con quemaduras de tercer grado. Tres de ellos continuaban delicados hasta ayer, domingo y uno, Eufemio Reyes Ramírez, falleció.
