Apaña la policía al suegro de Raymundo Martínez, alcalde priista de Toluca
Como de costumbre, el edil guarda silencio y abre la puerta a la especulación
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Desde hace dos jornadas informativas se han venido difundiendo, con diversos enfoques, notas periodísticas sobre el hecho insólito de que el padre de la esposa del alcalde toluqueño fue aprehendido por la policía, ligando ese hecho con la presunta desaparición de documentos y materiales del DIF municipal, denunciada por el propio director del organismo ante la Fiscalía mexiquense.
¿Sabía el director que presentó la denuncia el daño terrible que le infligía a Viridiana Rodríguez Rico, presidenta honoraria del DIF, esposa del presidente municipal Raymundo Martínez Carbajal y, de pasada, a la candidata del PRI a la Gubernatura?
Ni el fiscal Cervantes, ni el alcalde, ni su esposa -e hija del imputado-, ni el voz-cero, ni el gobernador, ni la gente de la campaña de Ale del Moral, nadie sale a dar la cara, propiciando toda suerte de especulaciones. ¿Por qué?
Me atrevo a formular dos hipótesis:
1.- La desastrosa política de Comunicación Social de Alfredo del Mazo le fue heredada al munícipe toluqueño, a través del pupilo del exvocero Jorge Pérez Zamudio, Alejandro Colón, lo que redunda inexorablemente en todo lo que pueda uno imaginar, menos en la certeza y profesionalismo informativos. Pérez fue sacado de la jugada no por haber tirado línea a sus medios maiceados contra Delfina -como se filtró a los medios-, sino por el inminente riesgo de que prosperaran, en plena campaña, las denuncias sobre los verdaderos propósitos de la Tarjeta Rosa, delineados puerilmente por el ex vocero de Del Mazo en una añeja entrevista con SinEmbargo.
2.- A falta de un primer priista de la entidad conduciendo la campaña, misión que el operador de Luis Miranda, Alejandro Ozuna, está muy lejos de llenar, las patadas bajo la mesa entre priistas de medio pelo están dando ya paso a las más irracionales y suicidas manifestaciones de contracampaña, lo que no es producto de un accidente, sino de una estrategia inequívoca de rendición de la plaza.
Por lo pronto, Ale del Moral se va a ver obligada a repetir más de lo deseable su estribillo de que ella no tiene por qué pagar los platos rotos de un partido que perpetró muchas de sus fechorías cuando ella todavía no nacía. Otra opción es que alegue que el PRI de ahora no es como ya saben ustedes quién, que protege a plagiadoras de tesis y a negligentes criminales como el director del INM. Ya veremos.