Respaldados por Irán, los hutíes intensificaron sus hostilidades contra buques mercantes en el Mar Rojo

En un giro significativo, Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo ataques aéreos este jueves contra objetivos en Yemen controlados por las milicias hutíes, marcando el primer acto de represalia importante desde que dichos grupos, respaldados por Irán, intensificaron sus hostilidades contra buques mercantes en el mar Rojo en octubre pasado. La ofensiva, que abarcó objetivos en varias ciudades yemeníes, refleja una expansión del conflicto en Oriente Próximo, trascendiendo más allá de la región de Gaza.

En un comunicado, el presidente Joe Biden destacó que los ataques responden directamente a los “ataques sin precedentes” de los hutíes contra buques mercantes internacionales, amenazando tanto a personal militar estadounidense como a la libertad de navegación. Más de 50 países y más de 20 tripulaciones se vieron afectados en los 27 ataques previos de los rebeldes yemeníes.

El presidente advirtió que estas acciones podrían repetirse si persisten las hostilidades hutíes. El primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó la participación de cazas británicos en la operación, indicando que los primeros indicios sugieren un debilitamiento de la capacidad hutí para amenazar a buques mercantes.

La operación, destinada a disuadir a los hutíes, incluyó ataques a la capital yemení, Saná, así como en Hodeida y otros sitios estratégicos. El secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, afirmó que la acción buscaba debilitar la capacidad hutí para poner en peligro a marinos y amenazar el comercio global.

Estos ataques marcan una nueva fase en el conflicto de Oriente Próximo, expandiéndose más allá de Gaza y desencadenando preocupaciones sobre la escalada de la crisis. Aunque no se han detectado movimientos de represalia hutí hasta el momento, la coalición liderada por Estados Unidos advierte que la acción se realizó en defensa propia, en consonancia con la Carta de la ONU.