AMLO, ¿un hombre profundamente acomplejado? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López S.
“No me voy a divorciar de Beatriz, yo me voy a lo mío y ella se queda en lo suyo, pero ambos cuidaremos a Jesús”
El Presidente mexicano actúa como si fuera un intelectual de muy altos vuelos y, a menudo, en el colmo del paroxismo narcisista infundado, como un iluminado. Se rodea de una pandilla de lambiscones a sueldo que le celebran sus ocurrencias y juegan a la “conferencia de prensa” que no es otra cosa que un púlpito para su repetitivo sermón cotidiano, que en ocasiones tiene que amenizar con videoclips de las peores bandas de música vernácula machista, eso sí, muy famosas precisamente porque tienen millones de seguidores, justo de los sectores menos ilustrados de la desigual sociedad mexicana que nutren las huestes de fanáticos del obradorismo.
Como si hoy la multitud lo estuviera aclamando para que no se retire del poder, él responde que por favor lo dejen honrar su compromiso en contra del caudillismo y, peor aún, del caciquismo, para irse a refugiar a Palenque, donde no piensa recibir a nadie, ni a su esposa, al parecer, porque desmintiendo que se vayan a divorciar, admite que ella se quedará en donde realiza sus actividades actuales de investigación. “Yo me voy a lo mío y ella se queda en lo suyo, pero ambos cuidaremos a Jesús.”
Narra, con una sonrisa de plena satisfacción, que algunos amigos le han tratado de sacar el compromiso de recibirlos en su casa para jugar dominó, con la advertencia de que “vaya guardando su dinerito”, porque piensan apostar, a lo que les ha respondido que no, como cuando puso en ridículo nacional a Lord Molécula, que le hizo el mismo requerimiento pero don Andrés le respondió que si aceptara a un solo invitado, las hordas numerosas de hambrientos solicitantes de ese honor, “de estar con Obrador“, se preguntarían con justicia ¿por qué él sí y nosotros no?
Evocando seguramente en la intimidad de sus ególatras fantasías, las imágenes más conmovedoras de “Jesucristo Superestrella“, López Obrador nos revela la gran exclusiva: el libro que piensa escribir para ilustrarnos a los mexicanos comunes y corrientes -incluidos los “Aguilarcamines y los Enriquekrauses” (sic), ya no será, como había prometido, sobre el conservadurismo, sino sobre la forma de vida “pacífica y solidaria” que disfrutaban los pobladores originarios de México y que ha dado origen a la profunda cultura que nos protege, como la estampita del “detente”, de todo mal. ¿Pensará censurar las guerras floridas del imperio Azteca y sus sacrificios humanos, entre otros pasajes que pudieran manchar su idílica hipótesis del pacifismo y solidaridad originarios?
Finalmente, el mesías tropical -como acertadamente lo calificó Krauze-, alardeaba hoy, a voz en cuello: “me canso ganso que vamos a tener un sistema de Salud mejor que el de Dinamarca, aunque se rían mis adversarios”, mientras Birmex daba a conocer que la Megafarmacia de Huehuetoca ha surtido un promedio diario de 2.7 recetas. Para darse una idea del estrepitoso fracaso, Zoé Robledo revelaba que, durante 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) surtía ¡613 mil recetas médicas al día.