Neza se ahoga, pero su alcalde flota en la superficialidad. AL GRANO. Por Jesús López Segura

Mientras el agua arruina vidas y hogares, Adolfo Cerqueda parece más interesada en la pasarela
En Nezahualcóyotl, la madrugada trajo consigo una tormenta que no sólo anegó calles y viviendas, sino que sumergió en la desesperación a más de 300 familias de 16 colonias. En el norte del municipio, donde el agua llegó a colarse sin permiso en casas y comercios, la tragedia se mide en colchones empapados, muebles inservibles y la angustia de quienes vieron sus pertenencias perderse en cuestión de horas.
El alcalde Adolfo Cerqueda -quien a diferencia de algunos otros políticos mexiquenses se atrevió a salir del closet- informó que el censo de daños abarcó 17 zonas, aunque el verdadero drama no se reduce a cifras: el drenaje de 18 colonias depende de la red de colectores de la Ciudad de México, lo que condena a los vecinos a esperar —literalmente— que en la capital baje el nivel del agua para que ellos puedan empezar a secar sus hogares.
En la colonia Vergel de Guadalupe, Maribel Rodríguez recuerda la impotencia de ver el agua entrar mientras cuidaba a su madre enferma, incapaz de moverse. “Por suerte no rebasó el colchón”, dice, como si la fortuna se midiera en centímetros de agua sucia. En otro extremo, Diego Abraham Ortega no tuvo el mismo consuelo: perdió todo cuando el nivel superó los 40 centímetros.
Los estragos alcanzaron también a Valle de Aragón y Bosques de Aragón, donde el agua penetró departamentos y estacionamientos, y se ensañó con vialidades clave como Avenida Central y Periférico Oriente. Las colonias Las Palmas, El Sol, Juárez Pantitlán, Metropolitana, Evolución, Vicente Villada, Las Águilas y Reforma completan el mapa del desastre.
La tragedia tocó incluso a la academia: la Facultad de Estudios Superiores Aragón, con más de 23 mil estudiantes, suspendió clases por inundaciones.
Mientras tanto, la frivolidad política parece seguir su propio cauce. El edil Cerqueda, más habituado a la vida pública como escaparate personal que como trinchera contra la adversidad, parece navegar sobre estas aguas turbulentas con la indiferencia del que no teme mojarse… porque siempre está encaramado en el pedestal de su egocentrismo.
Nezahualcóyotl sigue esperando. No sólo que baje el agua, sino que su gobierno descienda de la nube en la que flota y toque tierra firme. Adolfo Cerqueda parece navegar en otra corriente: la de la autopromoción y la vida social. En Nezahualcóyotl, el drenaje colapsa, la FES Aragón suspende clases y la tragedia se mide en muebles perdidos y colchones empapados. Pero en el palacio municipal, la única inundación visible es la de frivolidad.