Encuesta de Reforma mata aspiraciones de José Antonio Meade: Por Jesús López Segura / La Versión no Oficial
Aurelio Nuño se muestra feliz en debate con Loret
https://youtu.be/cR1I2hVPaMQ
Entre crecientes rumores de declinación del candidato del PRI, José Antonio Meade, en favor de Ricardo Anaya -o al menos de cambios drásticos en su equipo de campaña-, Reforma publica su nueva encuesta mensual, en la cual se confirma que después del primer debate presidencial organizado por el INE, se incrementó la distancia -superior ya a los 30 puntos porcentuales- entre Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade Kuribreña, lo que presagia un desastre prácticamente inexorable para el candidato oficial.
Sin embargo, en el debate de esta mañana en Despierta, con Carlos Loret de Mola, Aurelio Nuño se ve muy relajado y dicharachero, bromista y hasta contento, desmintiendo que se planeen cambios en el equipo de Meade o su declinación en favor de Anaya, único de los 5 presidenciables que creció respecto de la encuesta anterior de Reforma, ubicándose aún en un lejano segundo lugar, a 18 puntos porcentuales de López Obrador.
La actitud relajada de Nuño, cuando debería reflejar la más alta preocupación, pone en evidencia, ya sin lugar a dudas, que su plan siempre fue ése, es decir, que las preferencias del candidato entre el electorado nunca crecieran y así se pudiera perfilar él mismo como sustituto. Solo eso puede explicar que ante la catástrofe estadística de su candidato él se muestre como el hombre más feliz del mundo en la tele.
El más grande error en el plan de sucesión de Enrique Peña Nieto -quien sí se nota preocupado, a diferencia de Nuño– no fue elegir a José Antonio Meade con el dedazo, sino imponerle al peor prospecto imaginable como coordinador de su campaña, justamente a quien iba a hacer hasta lo imposible para hundirlo y que siempre ha estado ansioso por sustituirlo en el puesto. Pero parece que Nuño los tiene tan embobados que los únicos que no se dan cuenta del círculo vicioso en el que dejaron atrapado a Meade y que por eso precisamente no crece en las preferencias, son los propios priistas.
Los que parece sí se percatan de lo que ocurre son algunos líderes empresariales que han presionado a Meade y a Margarita Zavala para que declinen en favor de Anaya, como lo revela el propio vocero de Meade, el ex panista Javier Lozano, quien en entrevista con Ciro Gómez Leyva denunció que “Meade y Zavala han recibido fuertes y constantes presiones de empresarios para que declinen en favor de Anaya, único candidato capaz de alcanzar en la carrera electoral al puntero López Obrador“.
Ante estas aseveraciones de su ex correligionario Lozano, Anaya respondió: “Nuestra posición es una: ¡No a los acuerdos cupulares! No al pacto de impunidad, sí al voto útil; estoy convencido de que hay gente buena en todos los partidos y sobre todo en la sociedad civil. López Obrador tiene miedo porque la mayoría de la gente en el país no quiere que él gobierne. Reitero mi llamado al voto útil”.
Y Lozano vuelve a la carga: “Es inoportuno que a estas alturas de las campañas se haga un llamado al voto útil, aún falta para las elecciones (…) Cómo se atreve Anaya a hacer llamado al voto útil cuando él es un inútil (…) Pide voto útil cuando él se la pasa mentándole la madre a todos los priistas, incluso al presidente”, declaró el vocero de la coalición “Todos por México” este martes, en entrevista radiofónica.
A este respecto, Andrés Manuel López Obrador respondió que priistas y panistas votarían por Morena si Meade y Anaya se unen: “Hoy me estaban diciendo de una encuesta en la que les preguntan a los priistas que si se une Meade con Anaya para enfrentarnos, ellos seguirían votando por Meade. El 80 por ciento contesta que no, que votarían por Morena”.
Adicionalmente, López Obrador menciona incluso los nombres de los empresarios que estarían presionando para la declinación de Meade y Zavala en favor de Anaya, quien los habría convocado para tal efecto:
“Tengo los nombres: son Alberto Baillères, Germán Larrea, Eduardo Tricio, Alejandro Ramírez, Claudio X González, Diego Fernández de Cevallos y Vicente Fox, quienes se reunieron con Ricardo Anaya en casa de uno de ellos y ahí le pidieron que le bajara a sus declaraciones de que iba a meter a la cárcel a (Enrique) Peña Nieto para que pudiera salir la alianza”, aseveró.
Según López Obrador, “los empresarios solicitaron a Anaya que dejara de amenazar con meter a la cárcel al Presidente a cambio de convencer a éste de apoyar su candidatura y frenar a la coalición Juntos Haremos Historia. Anaya le pidió a este grupo que le ayudara a convencer a Peña Nieto de que apoyara su candidatura, porque era la única manera de ganar.
Acuerdos previos
Entrevistado durante un acto de campaña en el municipio de Zongolica, en la zona centro de Veracruz, López Obrador puntualizó que Ricardo Anaya no sólo se reunió con los empresarios en el acto público convocado por Citibanamex, donde expresó su disposición a solicitar una cita con Enrique Peña Nieto para construir un proyecto en conjunto con el PRI y así tratar de evitar que Morena triunfe en los comicios, sino que antes de ese encuentro ya se habían reunido para adoptar algunos acuerdos.
“Primero muy demagogo, Anaya dijo que él iba a meter a la cárcel al presidente Enrique Peña Nieto, y ahora dice que quiere un acuerdo con él (…) Están desesperados, pero ni uniéndose nos van a ganar”, aseveró finalmente López Obrador.
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