Representantes electorales del PAN arman show a las puertas del IEEM. Por Jesús López Segura

Victimizan a su candidata en Cuautitlán Izcalli, Karla Fiesco, con dudosas acusaciones de “violencia de género”

Los representantes electorales a nivel federal y estatal del PAN, Víctor Hugo Sondón Saavedra y Alfonso Bravo Álvarez Malo, respectivamente, acudieron a la oficialía de partes del Instituto Electoral del Estado de México a entregar un documento en el que, según dijeron ante periodistas convocados al acto, denuncian “discriminación”, “inequidad en la contienda” y “violencia política de género” en contra de su candidata a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli, Karla Fiesco.

La acusación se enfoca directamente contra los partidos políticos que participaron en el debate organizado por medios locales de la zona y al que su abanderada no pudo asistir por haberse contagiado de Covid-19, un día antes del evento.

El equipo de campaña de Fiesco -que según los representantes panistas “encabeza las encuestas”- exigió que se le permitiera participar de forma virtual, lo que al resto de los candidatos les pareció violaba precisamente la equidad en la contienda, porque podría contar con ventajas de asesoría -por ejemplo- respecto del resto de los participantes (presenciales), lo que provocó la molestia del panismo.

Hay varias contradicciones en lo declarado a los medios ahí presentes por los denunciantes que, por lo demás, jamás explicaron la ausencia de su abanderada, que se supone ya está recuperada de la enfermedad y dispuesta a un nuevo debate que ellos solicitan organice el IEEM, a unas horas del cierre de campañas.

La primera contradicción es su insistente ataque contra el puntero real (según todas las encuestas serias) Daniel Serrano Palacios, quien ni siquiera participó en el debate cuando se enteró de que su más cercana competidora (a 18 puntos porcentuales de distancia) no sería incluida por decisión democrática de los organizadores del evento, es decir, lo medios locales que atendieron la opinión de los partidos.

Sondón Saavedra tuvo a este respecto un lapsus interesante, dijo en la conferencia improvisada (y muy mal organizada, por cierto) que Serrano podría haber aprovechado el debate para exponer con tranquilidad sus argumentos -sin la presencia de Fiesco– pero no lo hizo “porque vio chiquitos a todos los demás”. Con todo, el candidato de Morena fue el principal blanco de sus ataques a lo largo de la conferencia, acusándolo de haber sido quien conspiró para excluir a Fiesco, pero sin presentar prueba alguna de sus reiteradas acusaciones.

Otra contradicción es que se acuse de “inequidad” cuando fueron ellos precisamente los que pretendían violarla al exigir que su candidata participara en condiciones distintas (y a todas luces ventajosas) respecto de los demás.

Finalmente, cuestioné a Álvarez Malo sobre el asunto de la “violencia política de género“, que a mi parecer no existe en este caso porque, efectivamente, se evitó la participación de su candidata, pero en función de su enfermedad y no de su condición de mujer.

Además, le dije, me parecía grave que se abuse de este tipo de “victimizaciones” que dan la impresión de un “Me Too electorero” porque hay muchas mujeres que han sufrido en este proceso incluso asesinatos y atrocidades indecibles y estar acusando a la ligera con este instrumento, lo abarata y reduce su eficacia en casos que realmente lo ameritan.

Su respuesta textual fue que no exhibe los chats porque los reserva para la defensa jurídica, pero dice que en ellos hay referencias a su condición de mujer, asumiendo que los chats a los que se refiere los impulsaron los partidos políticos denunciados.

Finalmente asegura que “en el actual proceso han sido asesinados más de 88 candidatos, de los cuales el 75% son opositores al régimen de Morena“. Le pedí que me diera sus fuentes, porque yo tengo otros datos, como diría el clásico. Pero no lo hizo.

Así que todo fue un show pletórico de verdades a medias y mentiras descaradas -sin la presencia de la presunta agraviada- para tratar de arrebatarle algunos votos a Serrano Palacios.