YosStop, ¿chiva expiatoria del machismo mexicano? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Encarcelan a la popular joven mientras los violadores y propagadores de pornografía infantil siguen libres

Empieza a popularizarse, en plena Cuarta Transformación, la odiosa manía de castigar a mujeres para dejar a los peores especímenes del machismo, libres de responsabilidad.

El conservadurismo inexplicable de Andrés Manuel López Obrador -quien paradójicamente se exhibe a sí mismo como verdugo de los conservadores- está generando un fenómeno muy peligroso de consolidación de uno de los patriarcados más odiosos y añejos del planeta.

La última muestra es el violento apañón, exhibido ilegalmente en medios de comunicación presuntamente “feministas y defensores de los matrimonios igualitarios y la causa gay” (como el espacio de Azucena Uresti en Milenio TV), de una joven extremadamente carismática e inteligente, Yoseline Hoffman, acusada ridículamente de “pornografía infantil“, cuando lo único que hizo fue comentar el video -hace 3 años- que la propia víctima de una violación equiparada, Ainara N, le envió precisamente para que lo comentara en su popularísimo canal de YouTube (con casi 6 millones de suscriptores -el doble de lo que presume Milenio-).

Solo porque a la escuincla babosa (a ver si no me meten a la cárcel a mí también por decirle escuincla babosa) no le gustaron los comentarios de la valerosa youtuber que no se anda por las ramas para poner a todo mundo en su lugar y no deja literalmente títere con cabeza (por eso, precisamente, es tan popular), entonces sus abogangsters (que esos sí deberían estar en la cárcel por andar desorientando a una menor de edad, con fines clarísimos de lucro) le aconsejaron que la incluyera en su demanda para aprovechar su popularidad y que el caso se volviera famoso.

El machismo del juez que obsequió la orden de aprehensión y de la fiscalía capitalina que la solicitó -y que ha dado muestras de su absoluta inutilidad al mantener libres durante 3 años a violadores que se dieron el lujo de grabar y publicar su delito- está a punto de triunfar y castigar con hasta 14 años de cárcel a una chica inocente de un delito sin pies ni cabeza, porque YosStop ni siquiera publicó el video -y aunque hubiera querido, YouTube no se lo hubiera permitido-.

El odio fascista que se está desplegando rápidamente, como un incontenible lodazal de mierda, contra Yoselin Hoffman, se funda en que los jerarcas del patriarcado mexicano no toleran que mujeres digan groserías.

El mismo Gobierno que defendió a un presunto violador sistemático como Félix Salgado “El Toro sin Cerca”, hasta el grado de despedir y humillar a la secretaria de la Función Pública que se oponía -por las razones que fueran- a esa atrocidad, se hace de la vista gorda ante la infamia de encarcelar a Yoseline, simple y llanamente porque no toleran que una dama pueda expresarse libremente (con una riqueza metafórica impresionante, por cierto) en sus ejercicios cotidianos de crítica social.

¿O fue porque se atrevió a denunciar los delitos graves cometidos por el Partido Verde -probable aliado de Morena para la mayoría legislativa-, en contubernio con “influencers” mediocres, el mismo día de la elección?

¿Por qué no persiguen a los cientos o quizá miles que retransmitieron el video de la violación equiparada, incluidos algunos medios hegemónicos de comunicación como Milenio?

¿Por qué son tan cobardes estos fiscales que no la emprenden contra YouTube, empresa transnacional multichorromillonaria que finalmente fue la que transmitió esos videos, lucrando con ello de manera estratosférica y a costillas de sus chivos expiatorios “creadores”?

Desde que en un municipio vecino a donde vivo fue encumbrado un candidato que supuestamente amenazó de muerte a la alcaldesa de Morena que pretendía reelegirse, y luego la grabó telefónicamente sin su consentimiento y difundió ilegalmente esa llamada donde ella despotrica en contra suya con palabrotas -con toda razón después de las amenazas de muerte-, para finalmente pagar una fortuna a medios como Milenio y los programas de Ciro Gómez Leyva -excediendo a todas luces sus gastos de campaña-; desde que este candidato -también acusado de haber recibido transferencias ilegales por mil millones de pesos del mismo municipio que pretende gobernar, entre otros- ha sido declarado por la autoridad electoral como triunfador, me ha quedado el mal sabor de boca que en este desdichado país se quema en leña verde a las mujeres malhabladas, mientras se perdona, de la manera más cínica, a hombres verdaderamente peligrosos.

Ya veremos si el lunes rectifican y liberan a la extraordinaria Youtuber. Y ya veremos también si la autoridad electoral anula en los próximos meses la elección ilegalmente ganada en mi municipio vecino.

Ya veremos si la cuatroté sigue tolerando que se trate a las mujeres mexicanas como trapeadores y las fiscalías empiezan, por fin, a hacer el trabajo para el que les pagamos.

Ya veremos finalmente si de veras el Presidente mexicano logra sanear el putrefacto aparato judicial que encarcela inocentes y deja libres a los peores criminales de cuello blanco, gris y negro.

Ya veremos.