Ordena AMLO al secretario de Gobernación brindar protección a las víctimas de Gertz
Plantea el Presidente elegir democráticamente a los consejeros electorales
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
El Presidente López Obrador volvió a declarar que mantiene su confianza en un fiscal que tuvo la desfachatez de mantener en prisión a una mujer septuagenaria por más de 17 meses (unos 500 días) en Santa Marta Acatitla, nada más por sus pistolas, pues los ministros del máximo poder judicial del país, por unanimidad, determinaron que esa mujer era inocente.
La contradicción en este escandaloso asunto radica en que, junto al nuevo espaldarazo a este violador comprobado de la ley -nada menos que para que siga en el encargo de “procurar justicia”-, el mandatario ordena que se le brinde protección a sus víctimas, es decir, una parte de esta extraña decisión protege al agresor, pero también a los damnificados de su pésima gestión como fiscal. ¿No la lógica más elemental indicaría que para proteger a sus víctimas inocentes -y al resto de los mexicanos- tendría que solicitarle su renuncia inmediata?
Don Andrés se congratula de la decisión de la Corte, la cual pone al fiscal como un mal funcionario que abusó de su poder y corrompió a Ernestina Godoy, la fiscal capitalina, entre otras autoridades, para satisfacer sus venganzas personales, fabricando delitos y manteniendo amenazada a una nonagenaria que fue concubina de su hermano. Y espera que la hija de esa anciana, después de un año y 5 meses encarcelada por capricho del Fiscal general de la República “confíe” en las instancias judiciales para demandar al poderoso fiscal que hace lo que le viene en gana, apoyado explícitamente nada menos que por el Presidente de la República, único que podría renunciarlo.
Algunos líderes de la llamada “izquierda” justifican sus errores y horrores “porque se cometen en aras del beneficio popular”. Piensan equivocadamente que con tal de lograr el bien mayor de “salvar a los pobres”, se pueden cometer cualquier cantidad de atrocidades. Ojalá que don Andrés no caiga en ese mito que transformó el sueño de Daniel Ortega en la pesadilla que hoy es Nicaragua.
En otro asunto que suena contradictorio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que enviará a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional en materia electoral, la cual tendrá, entre algunos de sus objetivos, renovar la integración del consejo general del INE y del TEPJF.
Pasando el 10 de abril, día de la consulta de revocación de mandato, el presidente enviará a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional en materia electoral para que los tres poderes presenten a ciudadanos, “independientes, de inobjetable honestidad”.
Cada poder propondrá a 20 ciudadanos, 60 para el caso de consejeros y algo parecido en el caso de magistrados, y ocurriría en votación abierta para garantizar la democracia en México, que no haya consejeros, que no haya magistrados que no tengan vocación democrática. Y también que se garantice el voto libre, secreto. Que no haya fraudes electorales.
“Y les adelanto, voy a proponer que sea el pueblo el que elija a los consejeros electorales y a los magistrados de manera directa, con voto abierto. El pueblo va a elegir. De forma directa. Se acabó –o espero que se acabe– lo de los acuerdos cupulares contrarios al interés del pueblo. Los tres poderes van a presentar a ciudadanos, verdaderamente independientes, de inobjetable honestidad, buscando que sean mitad mujeres, y mitad hombres”.
( La Jornada.- https://www.jornada.com.mx/2022/03/30/politica/005n1pol ).
Si con un puñado de consejeros, el INE se gasta una fortuna en organizar elecciones ¿cuánto costará mantener a 60 consejeros? ¿Quién va a organizar la elección de los mismos? ¿Qué garantiza que el voto ciudadano atinará a elegir a los hombres y mujeres “verdaderamente independientes y de inobjetable honestidad”?
Lo mismo se dijo cuando se eligió a los consejeros actuales, que serían ciudadanos sin filiaciones partidistas, “verdaderamente independientes y de inobjetable honestidad”.
