jueves, noviembre 21

Hace malabares Bernardo Barranco para justificar su misoginia contra las mexiquenses

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Luego de descalificar a Amalia Pulido por las relaciones políticas de su marido, ahora sale con que “es la norma en el Edomex”

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

“Resulta desconcertante que los consejeros del INE hayan designado una nueva presidenta con una clara inclinación hacia el partido en el poder. Hasta parece una nueva provocación, en la larga secuela de desencuentros y choques con el gobierno de AMLO“, exclama Bernardo Barranco en una colaboración de La Jornada que puede considerarse una respuesta a las acusaciones que le hicimos de violencia política de género contra la nueva titular del IEEM.

Con el título “INE entrega al PRI, el órgano electoral del Estado de México“, el sociólogo especializado en religión, trata de justificar sus expresiones misóginas contra Amalia Pulido durante la entrevista con Álvaro Delgado en el programa Los Periodistas, de SinEmbargo, en el que de plano descalifica a la nueva consejera presidenta del IEEM, Amalia Pulido, por su juventud y por las relaciones políticas de su cónyuge con el grupo en el poder actual en el Estado de México.

Barranco refiere “la defensa de oficio” que hizo la consejera Diana Paola Ravel a favor del nombramiento de Pulido, una destacada académica “que también ha criticado al PAN y al PRI” y no solo al obradorismo, como sostenían los morenistas que impugnaban su designación.

“Ser académico no te salva de los sesgos”, expresa Barranco atinadamente, aunque a riesgo de dispararse en el pie.

De hecho, ante el desafío enorme de seleccionar a ciudadanos impecablemente neutrales, es decir, sin filiaciones partidistas que desvirtúen su papel como “árbitros electorales”, a menudo se acude a la academia, porque la universalidad del conocimiento puede -no necesariamente- blindar de alguna forma los prejuicios que nublan la objetividad, aunque las universidades han sido tomadas por neoliberales salvajes, como ocurre actualmente en la UAEMex y como señala atinadamente el Presidente López Obrador.

Aquí llegamos al meollo de la polémica suscitada por la imprudencia conceptual de Barranco, quien dice ahora coincidir con la consejera Diana Ravel en cuanto:

“No se vale que por el solo hecho de que tengan una relación personal o familiar con una persona, va a influir en su toma de decisiones. Es considerar que las mujeres no tienen un pensamiento propio. Es encasillar a las mujeres con poca capacidad para tomar decisiones o discernir por sí mismas. La postura de la consejera es moderna, impecable y feminista. Sin embargo, desconoce las reglas y los hábitos de la clase política en el Edomex que es machista, misógina y patriarcal. Entrar en la nomenclatura mexiquense es en paquete, la familia entera: hermanos, cónyuges, primos, sobrinos, cuñados. La cultura política entre las élites es retrógrada en materia de género. El tema no es si el marido de Amalia Pulido va a influir en sus decisiones. La pregunta de fondo es: si Amalia es parte ya de la nomenclatura de poder mexiquense. Veamos los vínculos político-familiares de algunas figuras femeninas que contienden por la gubernatura: Mariana [sic] del Moral es esposa de Mariano González Aguirre, diputado federal. Carolina Monroy fue esposa de Ernesto Nemer, ex secretario de Gobierno. Laura Barrera es esposa de Luis Maccise, influyente empresario político priista en medios de comunicación. Y así podemos abundar ejemplos”.

Así que don Bernardo, el flamante exconsejero electoral del IEEM y reputado analista político y religioso, pasó de violentar por razón de género a Amalia Pulido, a hacer lo mismo contra Carolina Monroy, Laura Barrera y Alejandra (que no Mariana) Del Moral, entre otros muchos ejemplos que podría dar de mujeres que no destacan por sí mismas -según él- sino por el paquete familiar en el que van incluidas -sobre todo en cuanto a sus parejas matrimoniales.

Y está tan convencido de su argumento que hasta bautiza a la candidata del oficialismo mexiquense ¡con el nombre de su marido!

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