viernes, julio 26

Plantea Petro terminar con el prohibicionismo y aumentar impuestos a los ricos

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Con una agenda ambientalista y de protección a la mujer, asume las reivindicaciones de la verdadera izquierda

El presidente colombiano, Gustavo Petro, dijo este domingo tras tomar posesión del cargo que llegó el momento de cambiar la política antidrogas prohibicionista en el mundo para que esa estrategia, que “ha fracasado”, permita la vida y no genere la muerte.

Mientras el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, considerado también “de izquierda”, ha sido incapaz de formular una propuesta para resolver en definitiva el problema de la violencia generada por el narcotráfico en su país, con tintes sangrientos incluso superiores a los de Colombia, lo primero que declara Petro es acabar con el prohibicionismo, que es el paradigma responsable de la muerte de millones de seres humanos, tanto por la violencia de los traficantes, como por el consumo de sustancias peligrosas como el fentanilo.

“¿Vamos a esperar que los próximos 40 años otro millón de latinoamericanos caiga bajo el homicidio y dos millones 800 mil norteamericanos mueran por sobredosis? ¿O más bien cambiamos el fracaso por un éxito que permita que Colombia y Latinoamérica puedan vivir en paz?”, planteó el nuevo presidente colombiano ante varios gobernantes de la región que asistieron a su juramentación.

En el acto de transmisión de mando, realizado en la central Plaza de Bolívar de Bogotá, el político izquierdista de 62 años sostuvo que si el mundo de verdad quiere respaldar a la región debe comenzar por reformular la estrategia punitiva contra los estupefacientes.

“Que nos quieren apoyar, nos dicen una y otra vez en todos los discursos, ¡pues cambien la política antidrogas!, que (eso) está en sus manos, en el poder mundial, en las Naciones Unidas”, aseguró el exguerrillero del M-19 que se acogió a un pacto de paz en 1990 y que luego fue varias veces congresista y alcalde de Bogotá.

Petro, primer izquierdista en llegar a la presidencia de Colombia, afirmó que la guerra contra las drogas ha llevado a los Estados “a cometer crímenes. Nuestro Estado ha cometido crímenes y ha evaporado el horizonte de la democracia”.

Ante decenas de miles de campesinos, indígenas, afrocolombianos y gente del común que convirtió la Plaza de Bolívar en una fiesta popular, sostuvo que “es hora de una nueva Convención Internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado”, que “fortaleció a las mafias y debilitó los Estados”.

La iniciativa del nuevo presidente para impulsar un debate regional y global sobre la reformulación de la estrategia prohibicionista contra los narcóticos que ha alentado Estados Unidos desde hace más de medio siglo es un componente de su propuesta de “paz total” para Colombia, un país en el que la guerra interna se ha financiado con el dinero de la cocaína.

Y enseguida convocó “a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado, a aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia, a trabajar como dueños de una economía próspera pero legal que acabe con el atraso de las regiones”.

Atacar la desigualdad gravando fortunas de megarricos

Petro señaló que su gobierno, que tendrá un mandato de cuatro años, hará “que la igualdad sea posible” en un país donde el 10 por ciento de la población tiene el 70 por ciento de la riqueza.

“Es un despropósito y una amoralidad –sostuvo–. No naturalicemos la desigualdad y la pobreza. No miremos para otro lado, no seamos cómplices. Con voluntad, políticas de redistribución y un programa de justicia vamos a hacer una Colombia más igualitaria y con más oportunidades para todos y todas”.

De acuerdo con Petro, “la igualdad es posible si somos capaces de crear riqueza para todos y todas, y si somos capaces de distribuirla más justamente”.

Por eso propuso “una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento” y una reforma fiscal –que será presentada en el Congreso este lunes— para llevar una parte de la riqueza de las personas que más tienen y más ganan a los sectores sociales más vulnerables.

La reforma, dijo, será “el pago solidario que alguien afortunado hace a una sociedad que le permite y le garantiza la fortuna”.

Y afirmó que “no es un asunto solo de caridad, es un asunto de solidaridad humana”.

Ante gobernantes de varios países latinoamericanos, explicó que, además, planteará reformas de la salud, de las pensiones –que serán universales para todos los adultos mayores–, del sector laboral y de la educación.

Sostuvo que una de sus políticas centrales en materia social será una ley contra el hambre, que subsidiará alimentos básicos e impulsará la producción agropecuaria.

Al referirse a las Fuerzas Armadas, que tiene sectores de ultraderecha que ven con desconfianza la llegada de Petro a la presidencia, dijo que el Ejército, la sociedad y la producción “pueden unirse en una nueva ética social”.

Los helicópteros, los aviones y las fragatas, aseguró, “no solo sirven para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano”.

Petro, que como político opositor fue un persistente crítico de la corrupción y de las violaciones de derechos humanos por parte de integrantes de las Fuerzas Armadas y la policía, afirmó que los organismos de inteligencia de esas instituciones dejarán de espiar a opositores, periodistas, magistrados y líder sociales y se orientarán al combate contra la corrupción.

Defensa de las mujeres y del medio ambiente

El nuevo presidente colombiano sostuvo gobernará con y para las mujeres, las cuales tendrán más oportunidades laborales y tendrán que ganar lo mismo que los hombres porque “ya es hora de combatir todas esas desigualdades y equilibrar la balanza”.

Petro anunció que la vicepresidenta Francia Márquez, una afrocolombiana de gran arraigo popular, será la ministra de la Igualdad una vez que el Congreso apruebe la ley que creará ese nuevo ministerio.

El nuevo presidente construyó en las últimas semanas una coalición legislativa que le da una cómoda mayoría en el Congreso bicameral y de la cual forman parte partidos tradicionales como el Liberal, el Conservador y el de la U. Esto le garantiza al nuevo gobernante que podrá sacar adelante sus principales reformas, aunque deberá negociar algunas de ellas con sus nuevos aliados.

Otro tema fundamental en la agenda del nuevo gobierno es el ambientalismo, al que calificó en su discurso como un asunto “urgente”.

“El cambio climático es una realidad y es urgente –aseguró–. No lo dicen las izquierdas ni las derechas, lo dice la ciencia. Tenemos y podemos encontrar un modelo que sea sostenible económica, social y ambientalmente”.

Nosotros, añadió, “estamos dispuestos a transitar a una economía sin carbón y sin petróleo, pero poco ayudamos a la humanidad con ello” ya que “no somos nosotros los que emitimos los gases efecto invernadero: son los ricos del mundo quienes lo hacen, acercando al ser humano a su extinción, pero nosotros sí tenemos la mayor esponja de absorción de estos gases después de los océanos: la selva amazónica”, cuya destrucción hay que parar.

Petro preguntó dónde está el fondo mundial para salvar la selva amazónica.

“Los discursos –dijo– no la salvarán, pero en cambio podemos convertir a toda la población que hoy habita la amazonia colombiana en una población cuidadora de la selva. Pero necesitamos los fondos del mundo para hacerlo”.

He ahí un auténtico programa de izquierda, que no tiene nada que ver con lo que se vive en México, donde se ha llegado al colmo de imponer una militarización plena de la seguridad pública ¡por decreto presidencial, violando flagrantemente la Constitución!

Con información de:

Proceso.- https://www.proceso.com.mx/internacional/2022/8/7/gustavo-petro-juro-como-presidente-de-colombia-hoy-empieza-nuestra-segunda-oportunidad-291081.html

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