La aspirante presidencial lo había denunciado por violencia política de género y uso indebido de recursos públicos

Como respuesta a la denuncia presentada por la aspirante presidencial de la derecha, Xóchitl Gálvez, contra el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ante el Instituto Nacional Electoral (INE) por “violencia política de género y uso indebido de recursos públicos”, el mandatario hizo una invitación formal esta mañana, en su conferencia de prensa, a Claudio X. González y a María Amparo Casar a que realicen una investigación de los contratos públicos que obtuvieron las empresas de Gálvez -“¿a eso se dedican, no?”- cuando era funcionaria del gobierno foxista y luego como “jefa de Gobierno” (sic) ¡delegada en Miguel Hidalgo!

“Una cosa es aguantar los chismes del Presidente todas las mañanas… y otra muy distinta es tolerar la ilegalidad”, tuiteó la precandidata del Frente Amplio por México a la Presidencia de la República.

Xóchitl Gálvez adjuntó en su publicación copias de las carátulas de las dos demandas presentadas ante la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral de la Secretaría Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral.

La denuncia también incluye al vocero Jesús Ramírez Cuevas y a otros funcionarios de Comunicación Social de Presidencia de la República.

El destacado columnista Mario Maldonado, escribió en su colaboración de hoy en El Universal lo siguiente:

“Posdata 3

A Xóchitl Gálvez le va a comenzar a llover desde la mañanera, ya no solo con palabras y supuestas asociaciones con la llamada ‘mafia del poder’, sino con auditorías a sus empresas y la exhibición de sus contratos públicos”.

“Como no les funcionó lo de la señora Xóchitl, ahora es la violencia”, expresó el Presidente, sin aclarar específicamente a qué se refería, aunque desde ayer ha mostrado su intención de escalar el nivel de confrontación que mantiene con ‘sus adversarios’, acusándolos públicamente y haciéndolos responsables de la escalada de violencia que se vive en el país y que, por otra parte, don Andrés niega categóricamente su existencia.

En una larga discusión con Ernesto Ledesma, de Barlovento TV, a quien el mandatario acusó de plantear una pregunta con jiribilla de politiquería (porque Ledesma afirmó que un morenista acusado de asesinato en Tlapa, Guerrero, será liberado y quiere participar en las próximas elecciones), el mandatario aceptó que se revise el caso, pero insultó al periodista al acusarlo de “politiquería” porque no puede asegurar que será candidato una vez liberado.

Ledesma replicaba una y otra vez (ofendido por la expresión presidencial) que en varios estados le maquillan las cifras al mandatario y puso como ejemplo que, durante la pandemia, mientras la mayoría de las entidades estaban en semáforo rojo o amarillo, el estado gobernado por Rutilio Escandón, Chiapas, aparecía invariablemente en verde, cuando la realidad era muy distinta. Incluso el aguerrido periodista pareció doblarse, al expresarle al jefe del Ejecutivo su admiración y respeto mientras era ofendido y acusado -como muchos otros periodistas- de ser “cómplice de sus adversarios”.