Se desmorona la narrativa presidencial. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Revela AMLO que Trump no quería a Canadá en el TLC, pero que él lo convenció
Con un discurso demoledor contra la mafia del poder, la corrupción y el neoliberalismo, Andrés Manuel López Obrador logró la tremenda hazaña de derrotar al prianperredismo, una alianza gobernante que se impuso -haiga sido como haiga sido- durante 5 sexenios al hilo, desde Salinas hasta Peña. AMLO generó, así, una expectativa de cambio real que sedujo por completo a millones de mexicanos, entre los que me incluyo.
Pero ya desde los primeros años de su mandato, empezó a oler muy mal que insistiera tanto en que “lo suyo no es la venganza”, para abogar en favor de los que todos -menos al parecer él mismo- identificamos como “la mafia del poder“, como si la aplicación estricta de la ley ¡y más por cuenta de quien se presume como el paladín de la lucha anticorrupción!, fuera un asunto de venganza.
En el ocaso de su desafortunado mandato, cuyo principal lastre se mide con el número impresionante de asesinatos dolosos ¡que pronto podrían superar los muertos de Calderón y Peña juntos! escuché esta mañana a don Andrés (el mesiánico ídolo todavía de millones de ingenuos o beneficiarios interesados) decir que no estaba enterado de una nota, de la semana pasada en la que la Auditoría Superior de la Federación -no el New York Times, ni Univision, ni YouTube, ni ninguno de los diarios nacionales que, dice el mandatario, forman parte de “una labor de zapa que están haciendo los fachos, los conservadores de México y la derecha internacional” en su contra no-, la ASF, finca responsabilidades de desvío de fondos a Ana Gabriela Guevara por más de 200 millones de pesos.
No estaba enterado pero lo va a investigar, le responde a la reportera que muy atinadamente le sembró esa pregunta -quizá sin proponérselo, es decir en forma accidental- justo después de que el Presidente había revelado lo que gana Jorge Ramos en Univision: 17 millones de pesos al mes, más del triple de lo que, según aseguró, gana el hijo de Enrique Krauze.
Se quejó esta mañana don Andrés -como hace todos los días en su táctica de chantaje plañidero- que lo comparen incluso con Hitler y “Musolín” (sic), para luego agregar su ‘mensaje a los de Univision‘:
“Primero ¿por qué se meten de oportunistas, de oficiosos, supuestamente en defensa de la prensa libre? A ver, quiero ver ahora cómo va a actuar el ‘Niu Yor Taim‘… El oficioso es el que se mete sin que tenga que ver directamente en el tema. En mi tierra el oficioso es el zalamero. Se metieron de zalameros porque ellos están también en el grupo de Claudio y esos intelectuales alcahuetes de la oligarquía en nuestro país. A ver si no me van a suspender, pero me enteré que el hijo de Krauze gana 4 millones de dólares en Univision, 5 millones de pesos mensuales, pero Jorge Ramos 17 millones de pesos mensuales ¿escuchaste primo hermano?”
Así que nuestro mandatario, el mismo que acaba de afirmar que su autoridad moral está por encima de la ley; el que primero agradece a YouTube su botón de oro, para luego repudiarlos con cualquier cantidad de insultos porque le editaron el video de su Mañanera donde revela, ilegalmente, el número telefónico de la periodista del New York Times; ese mismo personaje que había logrado seducirnos con su narrativa típica de izquierda, pervertida luego por completo en sus prácticas conservadoras de gobierno, está mucho más interesado en andar hurgando cuánto ganan Jorge Ramos o León Krauze con su trabajo honesto en una empresa privada, que cuánto dinero ha desviado -traicionando los principios más elementales de la cuarta transformación- su amiga Ana Gabriela Guevara, una de sus acompañantes que más señalamientos ha recibido por corrupta y prepotente.
Toda la mañanera la dedicó a despotricar contra los medios nacionales e internacionales, pero hubo un momento en que se dio el lujo de hacer una revelación que quizá no le caiga muy bien a los canadienses. Platicando cómo defendió la soberanía de México sobre su petróleo en las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio (con esa fijación típicamente tabasqueña que le ha impedido ver el auge de las energías limpias), narra que Trump preguntó: ‘¿Y qué quiere AMLO?’
“Y ya le mostraron lo que planteábamos, que es lo que establece la Constitución, que el petróleo es de la Nación y nosotros decidimos, los mexicanos, sobre este recurso energético estratégico para el desarrollo del país. Y dijo ‘estoy de acuerdo’, eso fue lo único.
Bueno, avanzamos nosotros pero el presidente Trump no estaba muy de acuerdo en eh… que se incluyera a Canadá. Estamos hablando con total transparencia, porque habían (sic) diferencias políticas, entonces nos tocó a nosotros intervenir, convencer y persuadir al gobierno del presidente Trump para que se firmara como se hizo originalmente, con los tres países.
Por eso, eh… el primer ministro Trudeau, que se enteró de nuestra participación, eh… ha mantenido una actitud de mucho respeto hacia México. Ahora eh… la secretaria de Relaciones Exteriores, va a ver a su homóloga, la canciller de Canadá y va también a buscar, porque hoy voy a solicitarlo, a través del embajador de Canadá en México, voy a solicitar que pues el primer ministro Trudeau reciba a eh… nuestra secretaria de Relaciones Exteriores.”