Acusó a Estados Unidos de ser cómplice directo en la muerte de ciudadanos rusos, incluidos niños

En una escalada de tensiones, Rusia lanzó advertencias severas a Estados Unidos tras un ataque ucraniano a Crimea, que Moscú asegura fue realizado con misiles estadounidenses. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, acusó a Estados Unidos de ser cómplice directo en la muerte de ciudadanos rusos, incluidos niños, y advirtió que tal participación “tendrá consecuencias”.

Washington y sus aliados europeos han autorizado a Kiev a usar armas occidentales contra objetivos en territorio ruso, una medida que Rusia considera una participación activa de EE. UU. en el conflicto. Crimea, anexada por Rusia en 2014, ha sido un punto crítico, sirviendo como base militar para operaciones rusas contra Ucrania.

El ataque del domingo en Sebastopol, que según Rusia involucró misiles ATACMS de largo alcance, dejó al menos cuatro muertos y más de 150 heridos. Moscú afirma que Ucrania no podría realizar estos ataques sin la asistencia técnica y de inteligencia de EE. UU.

En respuesta, Rusia convocó a la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, para comunicarle “medidas de represalia”. El Kremlin sostiene que las acciones de Estados Unidos no quedarán impunes, acusándolo de llevar a cabo una “guerra híbrida” contra Rusia.

La situación agrava un conflicto ya tenso, con Ucrania justificando sus ataques a Crimea como legítimos, mientras enfrenta constantes bombardeos rusos que han devastado su infraestructura energética y civil. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con suministrar armas equivalentes a los enemigos de Occidente, aumentando aún más las tensiones globales.