Minimiza AMLO masacre en Chiapas. ¡20 cadáveres en un camión de volteo! Al Grano. Por Jesús López
Exigido a pronunciarse sobre el tema, dedica a lo más unos minutos para decir que “se enfrentaron dos grupos”
En un brutal enfrentamiento entre el Cártel de Sinaloa y otro que opera en Chiapas y Guatemala, al menos 19 hombres fueron asesinados en el municipio de La Concordia, Chiapas. Los cuerpos, vestidos con ropa oscura y chalecos tácticos, fueron hallados en la tolva de un camión de volteo, todos con cargadores de armas de fuego. Este hallazgo se produjo días después de la difusión de un video en redes sociales que mostraba los cadáveres de presuntos sicarios, con los autores del video identificándose como miembros del Cártel de Sinaloa.
“Vámonos a desayunar” expresó como acostumbra el Presidente en la mañanera luego de sus larguísimos soliloquios sobre temas recurrentes y anécdotas personales intrascendentes, presionado por el rebaño de reporteros que le acompañan a diario en ese suigéneris ejercicio de “conferencia de prensa” convertida en foro de autoelogio presidencial.
Sí, se trató de un enfrentamiento entre dos grupos, se limitó a decir AMLO para salir del paso de una masacre más en su gobierno “exento de masacres” según una narrativa del mandatario que se derrumba día con día conforme se extingue su, al menos en el tema de la seguridad, desastrosa administración.
Las autoridades locales y federales informaron -conforme a una rutina declarativa invariablemente sin consecuencias posteriores en el esclarecimiento del os hechos- que las víctimas fueron ejecutadas “por disputas territoriales en esta región fronteriza”.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Fiscalía General del Estado de Chiapas confirmaron el hallazgo y la identificación de algunos de los cuerpos. Además, se desplegaron 200 agentes “para reforzar la seguridad en la zona. Las investigaciones continúan para esclarecer los detalles de esta masacre y la identidad de los demás fallecidos”, reza la rutina informativa repetida hasta la náusea por autoridades en el mejor de los casos ineptas y, en el peor, cómplices y guardianes de la impunidad.