Fue El Chapo el que fraguó el plan de secuestrar a su compadre El Mayo, revela Proceso
Todo por el amor fraternal y el beneficio de reducir las penas de prisión para él y su otro hijo, Ovidio
Desde su celda en Estados Unidos, Joaquín “El Chapo” Guzmán, con más conexiones que un cártel telefónico, tejió un plan digno de una serie de televisión. Resulta que mandó a su hijo Joaquín Guzmán López a negociar con agencias estadounidenses para entregar a nada menos que su viejo compadre, Ismael “El Mayo” Zambada. Todo, claro, por el amor fraternal y el ansiado beneficio de reducir las penas de prisión para él y su otro hijo, Ovidio.
La maniobra fue sencilla, según lo revelan fuentes del gobierno de EE. UU. y la familia Zambada: El Chapo le envió una carta a Joaquín con un mensaje apenas críptico, al estilo “tú ya sabes qué hacer”. ¿La misión? Atraer al Mayo a una trampa y entregarlo en bandeja de plata a las autoridades, aprovechando un “trato limpio” facilitado por la la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI), que incluía un avión fantasma, sin registro rastreable, casi como salido de una película de espías.
¿El resultado? Guzmán López se entregó, pero solo después de asegurarse de que su hermano Ovidio también recibiría “ciertos beneficios.” Los agentes estadounidenses, que jugaron sus cartas con sigilo y precisión, aún no confirman si esos beneficios llegaron. Pero el operativo, vaya, salió tan limpio que ni el Mayo lo vio venir.
Así, el Chapo vuelve a demostrar que la lealtad en el mundo del narco es tan flexible como sus conexiones transnacionales. Y aunque lo niegue, parece que su plan de “familiaridad” solo es aplicable cuando le conviene a su familia… o al menos a los que están a su favor.