Valle de Toluca: Crisis ambiental y sus consecuencias en la salud pública

Miles de mexiquenses enferman por estar expuestos a una atmósfera francamente tóxica
La contaminación atmosférica en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT) ha alcanzado niveles alarmantes. En el primer bimestre de 2025, 55 días registraron concentraciones de PM10 superiores a la norma y 49 días superaron los límites de PM2.5. Como resultado, miles de mexiquenses han sufrido afectaciones a su salud, evidenciando la falta de medidas efectivas para mitigar esta crisis ambiental, reporta el diario El Universal.
Un problema recurrente, una respuesta insuficiente
Los datos del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CEVECE) reflejan el impacto directo de la mala calidad del aire: más de 3,396 casos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares han sido atribuidos a la exposición prolongada a contaminantes. No es un fenómeno nuevo; sin embargo, la respuesta gubernamental sigue limitándose a recomendaciones genéricas, como evitar actividades al aire libre, sin abordar de raíz las fuentes del problema.
Fuentes de contaminación y omisiones oficiales
La presencia de partículas PM10 y PM2.5, asociadas a incendios forestales, tolvaneras y quema de combustibles fósiles, no debería sorprender a las autoridades. Año tras año, se repite la misma crisis sin que existan estrategias efectivas para reducir las emisiones. La falta de control sobre la industria, la quema de pastizales y el crecimiento desordenado de la mancha urbana son factores que agravan la situación.
Daños a la salud, un costo ignorado
La contaminación atmosférica no solo afecta a personas con padecimientos previos, sino que también puede provocar enfermedades crónicas en la población en general. Según la OMS, las partículas finas pueden penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, incrementando el riesgo de padecimientos respiratorios, cardiovasculares e incluso cáncer.
En el primer bimestre del año, los casos de asma y conjuntivitis se dispararon, con 482 y 1,534 pacientes afectados, respectivamente. También se reportaron más de 1,144 infecciones respiratorias agudas y 184 casos de otitis media, enfermedades directamente relacionadas con la exposición a contaminantes. Además, el CEVECE contabilizó 27 personas con enfermedad cerebrovascular y 25 con enfermedad isquémica del corazón, condiciones que pueden agravarse por la mala calidad del aire.
¿Hasta cuándo?
El deterioro ambiental en la ZMVT es un problema estructural que requiere soluciones urgentes. Mientras las autoridades sigan reaccionando de manera pasiva, los efectos en la salud pública serán cada vez más graves. Se necesitan políticas que no solo informen a la ciudadanía sobre la contaminación, sino que también implementen estrategias concretas para reducir las emisiones y proteger a la población más vulnerable, con la urgente tarea, largamente postergada, de controlar la quema intencional de pastizales en la época de estiaje.
Si la tendencia continúa, ¿qué nuevas cifras de enfermedades y muertes serán necesarias para que el problema se aborde con la seriedad que merece?