lunes, junio 30

Ricardo Moreno acusa a dinosaurios del conflicto en la UAEMex. AL GRANO. Por Jesús López Segura

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Otras voces lo señalan como operador político de Horacio Duarte para crear la crisis universitaria

En un intento por deslindarse —y quizá por adelantarse a los señalamientos— el alcalde de Toluca, Ricardo Moreno Bastida, salió este miércoles a declarar que “grupos políticos de antaño” estarían detrás del creciente conflicto en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Lo hizo desde su espacio propagandístico disfrazado de programa informativo, La Toluqueña, donde aseguró tener pruebas de que los de antes son los que ahora están moviendo los hilos del descontento estudiantil.

Lo irónico —o sintomático— es que en los pasillos políticos mexiquenses se rumora todo lo contrario: que el propio Moreno funge como el principal operador de Horacio Duarte Olivares, actual secretario general de Gobierno, para meter mano en el proceso de sucesión universitaria. Es decir, que el alcalde estaría acusando a los de ayer para encubrir su participación en el reacomodo político de hoy.

“Tenemos identificadas a las personas que han realizado pintas, agresiones a terceros y sabemos desde qué vehículos se dieron las órdenes”, dijo el edil, sin mostrar un solo documento, video o fotografía. Las pruebas, como casi siempre en este tipo de declaraciones, son fantasmas que nadie ha visto. Prometió entregarlas a las autoridades si es que se presentan denuncias formales, lo que suena más a cortina de humo que a compromiso legal.

Moreno Bastida, egresado de la UAEMéx y ahora con doble sombrero de exuniversitario y autoridad municipal, intentó mostrarse dolido por el conflicto, aunque sus palabras sonaron más a discurso ensayado que a preocupación genuina: “Me da mucha pena que la Universidad esté pasando por un momento difícil… Siempre que hay sucesión en la Rectoría se genera mucho ruido y negociación”.

Y vaya que hay ruido. Estudiantes han tomado el Edificio de Rectoría, denuncian irregularidades en el proceso de designación de la nueva titular, y cada día crecen los paros y la polarización dentro y fuera del campus. Felizmente, las candidatas se han puesto de acuerdo para exigir limpieza en el proceso, mientras el Consejo Universitario guarda un silencio que ya parece complicidad.

La tónica de los más interesados -dentro y fuera del campus- sigue siendo el embate contra la autonomía, mediante el falso argumento de la gobernabilidad. Celebro de nueva cuenta el respeto irrestricto de la mandataria Delfina Gómez a la autonomía universitaria, y me explico ante quienes insisten en que ya le llegó la hora de intervenir: Estoy completamente de acuerdo, con una sola salvedad, me parece, con todo respeto, que su intervención no debe tocar ningún aspecto del proceso interno, sino dirigirse a poner un alto a los burócratas que, fuera del redil, andan haciendo de las suyas desde el ayuntamiento toluqueño, el Congreso y, ahora se sabe, la Secretaría de Educación, por lo menos.

 

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