martes, julio 29

Higinio Martínez exige congruencia a la 4T. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

0
24

Sobre Adán Augusto: “ningún gobernante puede deslindarse de lo que hacen sus colaboradores”

En un tono firme pero leal, el senador con licencia Higinio Martínez Miranda lanzó un llamado urgente a los gobiernos emanados de Morena para no reincidir en las prácticas corruptas y opacas del pasado. En su gira conmemorativa por 50 años de trayectoria política —organizada por el grupo Mexiquenses de Corazón— el texcocano advirtió que la Cuarta Transformación necesita “sacudidas” para corregir el rumbo y honrar, en los hechos, los principios que la inspiran. Se perfila así el doctor Martínez Miranda como un representante genuino de la izquierda crítica que exige un mínimo de congruencia a la 4T.

A propósito de los señalamientos contra Adán Augusto López en Tabasco, Martínez cuestionó que los gobernantes pretendan deslindarse de las acciones de sus colaboradores. “No puede ser que una presidenta municipal no sepa lo que hacen sus principales funcionarios de seguridad pública. Morena no puede simular ni debe ocultar”, sentenció ante vecinos y liderazgos reunidos en Ecatepec, según reseña una nota de la Jornada Edomex.

Consciente del desencanto ciudadano ante la falta de resultados palpables, Higinio subrayó que Morena está obligado a actuar con transparencia, a no defender lo indefendible, y a distinguirse radicalmente de los gobiernos que hundieron al país en la desconfianza institucional. “No basta el discurso; se requiere un gobierno honrado que trabaje sin engaños”, puntualizó.

Sin abandonar su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum y a su paisana, la gobernadora Delfina Gómez, el veterano político mexiquense remarcó que su apoyo no implica silencio ante los errores. “Tampoco me callé cuando gobernaba el PRI, menos ahora que hay amigos en el poder. Delfina necesita darle una sacudida a su gobierno”, afirmó, en un gesto que más que crítica, representa un acto de coherencia con el espíritu transformador que Morena dice encarnar.

Martínez valoró los avances en Ecatepec bajo el gobierno de Azucena Cisneros, pero reiteró que no basta con buenas intenciones: “Lo importante es no simular y actuar con transparencia”.

Refrendó el senador con licencia que la crítica desde dentro no debilita al movimiento, sino que lo purifica. Porque una verdadera izquierda no teme corregir el rumbo para no repetir los vicios del poder. Reiteró su respaldo a la gobernadora Delfina Gómez, a quien reconoció como amiga y aliada en el proyecto transformador.

Pese a que Higinio Martínez reiteró su respaldo a la gobernadora Delfina Gómez y a la presidenta Claudia Sheinbaum, sus críticos más agudos ven en su gira un despliegue calculado de fuerza política, más cercano al culto personalista que a la lealtad institucional. Señalan que su discurso de “conciencia crítica” es en realidad una jugada para erigirse como poder paralelo, una amenaza velada a la autoridad de quien hoy gobierna el Estado de México.

Desde esta óptica, los malquerientes de Higinio sostienen que su presencia constante, sus alianzas estratégicas —con figuras como Mariela Gutiérrez, Azucena Cisneros o Maurilio Hernández— y sus críticas al desempeño gubernamental son algo más que honestidad política: representan una presión soterrada, una advertencia al estilo del viejo PRI, pero envuelta en la retórica de la transformación.

Sin embargo, ignorar esta voz incómoda también implicaría negar que la izquierda, para ser congruente con sus principios, necesita voces que la interpelan desde dentro. La clave está en no confundir el disenso con la traición, ni el liderazgo con insubordinación. Porque si bien en política los límites deben marcarse con firmeza, también es cierto que cuando se silencian las críticas legítimas, se debilita la transformación dialéctica que se pretende defender, vulgarizando la magnificencia teórica del marxismo mediante la deleznable práctica fratricida del estalinismo.

Habría que analizar desde qué escondrijo del sectarismo tribal, típico de la izquierda mexicana, se pretende acallar la crítica a un movimiento que, sin desdeñar sus indudables buenas intenciones, está muy lejos de la perfección que presume en su práctica de gobierno. Aunque en el Estado de México eso salta a la vista de cualquier observador con 3 dedos de frente.

Comments are closed.