El argumento del analista de El Universal es correcto, pero lo basa en una premisa falsa

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Dice el destacado analista político Mario Maldonado, en su colaboración de hoy en El Universal, que luego del desenlace en las elecciones para gobernador en Coahuila y el Estado de México, “Movimiento Ciudadano, fundado por el ‘eterno’ Dante Delgado, se convertirá en el principal partido de oposición en México y quizá el único con la fuerza para hacerle frente a la llamada Cuarta Transformación“.

En mi modesta opinión eso es exactamente lo que va a ocurrir, porque MC es el único partido que ha sabido mantenerse al margen de la polarización nacional protagonizada e impulsada por el populismo conservador de AMLO y la intención de los demás partidos, PRI, PAN, PRD y NA de regresar al régimen conservador autoritario, genocida y saqueador de las finanzas nacionales.

“Con el PRI ni a la esquina… y con Morena tampoco”. He ahí un lema improvisado por MC en una simple barda de la Ciudad de México que ha causado un escándalo nacional porque pega en el centro de la expectativa ciudadana de contar con una alternativa a la disyuntiva que nos plantean las dos coaliciones en disputa por la nación. Difiero con Maldonado, sin embargo, en su explicación de por qué MC decide no participar:

“El llamado movimiento naranja hizo bien los cálculos: una eventual participación en la contienda mexiquense les habría restado en imagen, luego de que su candidato, el senador Juan Zepeda, no habría logrado rebasar el 10% de los votos. Prefirieron dejar que Morena se enfrentara sola a la alianza ‘Va por México‘ “…

El argumento de Maldonado para justificar la abstinencia de MC en la elección mexiquense se nutre de una evidente contradicción:

¿Por qué afirma que Juan Zepeda no habría alcanzado ni el 10% de la votación, precisamente con el partido que él vaticina en su columna “se convertirá en el principal partido de oposición en México y quizá el único con la fuerza para hacerle frente a la llamada Cuarta Transformación“, tan pronto como concluyan las campañas en el Edomex y Coahuila, es decir, en poco más de una semana?

El argumento, usado por casi todos los analistas, se basa en las encuestas de intención del voto antes del proceso electoral que, ciertamente, concedían a MC expectativas alrededor de un muy modesto 10%. Pero Maldonado olvida que en 2017, cuando un perredista relativamente desconocido como Zepeda, afiliado a una de las muchas tribus perredistas, compitió contra Alfredo del Mazo y Delfina Gómez, logró arrancarle más de un millón de votos a la maestra y fue factor determinante para el cuestionado “triunfo” del priista, pero no por haber competido con las siglas de un decadente PRD (con expectativas de voto menores en aquél entonces al 5%), sino por su contundente discurso y manejo mediático antilopezobradorista, ¡en pleno ascenso de la ola obradorista!

Nadie puede asegurar, pues, que MC habría logrado con Juan Zepeda una votación mínima de haber participado en la contienda actual en el Edomex, ¡en pleno ocaso del obradorismo!

Para mí, que navego a diario en las turbias aguas del análisis político mexiquense, resulta demasiado obvio lo que la inmensa mayoría de opinadores se abstiene de considerar en sus sesudas hipótesis de trabajo: la negativa de MC y Juan Zepeda a participar en el proceso, debe estar vinculada, a todas luces, con el presunto acuerdo de entrega de la plaza a cambio de impunidad por cuenta del, muy posiblemente próximo embajador ¿en El Vaticano?