México entrega a Caro Quintero, a los Z-40 y Z-42, y otros 26 capos para evitar aranceles de Trump

El “ofrecimiento” de Caro Quintero: pagar la deuda externa de México a cambio de impunidad
Por Jesús López Segura con información de AP
El gobierno de México ejecutó una maniobra sin precedentes: la extradición de 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos, encabezada por Rafael Caro Quintero. Este espectacular “paquete de criminales” parece una desesperada ofrenda para calmar la ira de Donald Trump, quien amenaza con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos si no se frena el tráfico de fentanilo.
La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informaron en un comunicado breve y sin detalles que los extraditados eran “requeridos por sus vínculos con organizaciones criminales”. Entre ellos destacan los hermanos Miguel y Omar Treviño Morales, alias ‘Z-40’ y ‘Z-42’, antiguos líderes de Los Zetas, cuya reputación sanguinaria es bien conocida.

Miguel Ángel Treviño alias el “Z-40” es extraditado a EE. UU.
La sincronización de esta masiva extradición no deja dudas: mientras los narcos eran escoltados rumbo a su nueva celda en EE.UU., altos funcionarios mexicanos, encabezados por el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostenían reuniones en Washington para tratar de esquivar la daga arancelaria de Trump. El mensaje de la administración de Claudia Sheinbaum es claro: si la Casa Blanca quiere cabezas, aquí están, siempre y cuando la economía mexicana no pague el precio de su desdén.
La entrega de Caro Quintero tiene un peso simbólico. Capturado en 2022 tras años de fuga, su legado criminal abarca desde el Cártel de Guadalajara hasta su papel en el Cártel de Sinaloa, donde, según la DEA, continuó operando tras su liberación en 2013. Su extradición es presentada como un triunfo bilateral en seguridad, pero en realidad parece más una transacción política: un tributo de México a Washington para apaciguar la amenaza comercial.

Caro Quintero fue extraditado a EE. UU. junto con otros 28 narcotraficantes
Trump, sin embargo, no ha mostrado gratitud. En el mismo día de la extradición, reafirmó la imposición de aranceles, acusando a México de no hacer lo suficiente contra el narcotráfico. Es decir, ni con la entrega masiva de criminales la administración mexicana logró evitar el castigo económico. Quizá el mandatario Ku Klux Klan esperaba que, junto al paquete de narcos, hubieran entregado envueltas para regalo algunas cabezas de sus cómplices en la burocracia mexicana.
El operativo de extradición es histórico en volumen, pero no en intención: México ha vuelto a mostrar que la lucha contra el crimen organizado se rige por intereses políticos y no por una estrategia de seguridad real. Con esta entrega exprés, el gobierno de Sheinbaum intenta demostrar cooperación mientras el narco sigue operando con total impunidad en territorio nacional.
Así, la presidenta mexicana ha convertido a los grandes capos en fichas de cambio en su ajedrez con EE.UU., cediendo piezas en una partida donde, al final, parece que la Casa Blanca sigue dictando las reglas.
Trascendió en algunos medios la especie de que Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara y uno de los últimos capos de la vieja guardia, ofreció en dos ocasiones pagar la deuda externa de México a cambio de que el gobierno le permitiera seguir con su negocio de narcotráfico.
La primera propuesta la hizo en 1985, durante la presidencia de Miguel de la Madrid, luego de ser detenido en Costa Rica por el asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena. Años después, con Carlos Salinas de Gortari en el poder, volvió a insistir en que podría liquidar la deuda, que en ese entonces ascendía a 80 mil millones de dólares.

Caro Quintero torturó y asesinó al agente de la DEA “Kiki” Camarena
Esta última oferta fue confirmada por la actriz Carmen Salinas, quien aseguró que Caro Quintero le pidió transmitir el mensaje al presidente, creyendo erróneamente que eran familiares.
Tras pasar 28 años en prisión, el capo fue liberado en 2013, pero volvió a ser capturado en 2022. Ahora, extraditado a EE.UU., enfrentará la justicia que lo ha perseguido por décadas.