Olvida que el abogado señaló al Mayo Zambada y no al Chapo como autor de los presuntos sobornos

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En entrevista con Denise Maerker, el Presidente Enrique Peña Nieto siguió el mismo absurdo hilo de pensamiento y argumentación que su vocero planteó, de bote pronto en Twitter, al conocerse las declaraciones del abogado de El Chapo que lo implicaban a él ya Felipe Calderón en un escándalo de sobornos millonarios por parte del narcotraficante conocido como Ismael El Mayo Zambada.

El grave error de la argumentación presidencial radica en plantear que es ridículo pensar que El Chapo fuera perseguido y extraditado por la misma administración que presuntamente recibió sobornos por cientos de millones de dólares para comprar su impunidad.

La pifia declarativa del presidente y su vocero radica en que el abogado Jeffrey Lichtman explicó de forma exhaustiva, clara e inequívoca, que los sobornos no los daba El Chapo, sino el Mayo Zambada, a quien precisamente señala como el verdadero jefe del Cártel de Sinaloa, por lo que la persecución, encarcelamiento, fuga, reaprehensión y extradición de El Chapo, sería perfectamente congruente con la intención de los sobornos, es decir, hacer famoso ante la opinión pública mundial a Joaquín Guzmán Loera, como el máximo capo de las drogas, con la única perversa intención de encubrir al verdadero jefe y autor de los millonarios sobornos, Ismael El Mayo Zambada.

O Peña y su vocero piensan que la gente es tan estúpida como para tragarse ese pedestre, rudimentario y equivocado “argumento”, o apuestan a ganar tiempo y a que la promesa de López Obrador de no mirar al pasado, los va a librar de una investigación profunda durante la próxima administración.

A ver como le hace el ministro Eduardo Medina Mora para proteger a su padrino político de estas gravísimas acusaciones que dejan el guion de la serie de Netflix “El Chapo“, como una telenovela intrascendente.