¿Preparan su cómodo exilio en Woodlands, Houston, junto con Erwin Lino y el resto de la pandilla?

El aún jefe del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, defendió la infame decisión de otorgar la condecoración del Águila Azteca a Jared Kushner, yerno y asesor del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump: “Es una atribución del presidente y la quiero dar”, espetó a los periodistas, conteniendo su evidente molestia por los cuestionamientos.

Culmina, así, un sexenio no sólo de saqueo y genocidio, sino de ofensas sistemáticas a la dignidad del pueblo de México, como cuando en plena campaña de Trump para la Presidencia de su país, calificaba a los migrantes mexicanos, en forma reiterativa, como asesinos y violadores, pero eso no fue un obstáculo para que Peña y Videgaray lo invitaran a Los Pinos, en un acto inédito y reprobable porque tomaban partido por un candidato extranjero que no sólo mancillaba la dignidad de los mexicanos, sino que significaba un peligro inminente

para el mundo entero.

¡Qué griterío!, exclamó Ciro Gómez Leyva en su programa de la noche en Imagen TV, justificando la entrega de la condecoración al yerno de Trump con el argumento de que en otros momentos “se le ha concedido, por ejemplo, al dictador Fidel Castro.”

Según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la condecoración del esposo de Ivanka Trump responde a “sus significativas contribuciones para lograr la negociación del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”, entre ellas el impedir que su suegro sacara de manera unilateral a Estados Unidos del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

No es un secreto que algunos cercanos de Enrique Peña han estado construyendo espléndidas mansiones en Woodlands, Houston, entre otras fastuosas zonas del extranjero, lo que aunado a la inexplicable condecoración, podría dar sustento a la hipótesis de que Peña y su equipo cercano planean irse a radicar a los Estados Unidos después del próximo sábado y han gestionado con Trump, para tal propósito, un manto de protección -como el que le extendió a Peña desde la Suprema Corte su amigo Eduardo Medina Mora– para prevenirse de posibles cambios de opinión del aún presidente electo sobre perdonarles sus pecados capitales, o sus capitales pecaminosos…

Otro indicador para fundar nuestra hipótesis de que Peña tramita un cómodo retiro y residencia en el país del Norte es su inexplicable y estúpida decisión de permitir el libre flujo de las hordas hondureñas hasta Tijuana, lo que dio a Trump argumentos para convocar el voto de sus fascistas seguidores en las pasadas elecciones intermedias de los Estados Unidos y su exigencia de fondos para el muro.

El anuncio de la SRE provocó una reacción indignada en redes sociales, donde brotó el lema “Repudio a Kushner y Peña” y se denunció el “entreguismo”, la “cobardía” o la “humillación” del presidente y Videgaray.

Julio Hernández, “Astillero”, columnista en La Jornada, denunció un sexenio de “entreguismo”; León Krauze tachó de “repugnante” la condecoración a Jared Kushner, al que definió como “mano derecha de Donald Trump, presidente nativista y anti-mexicano”; mientras Jesús Silva Herzog aseveró que “así se despide el gobierno de la indignidad, perfecta corona de su indecencia”, relata en su nota respectiva la revista Proceso.

Quizá el juicio tuitero más rudo es el que emite el intelectual de derecha Enrique Krauze:

“Kushner es el yerno de quien llamó a los mexicanos “asesinos y violadores”. Darle el Águila Azteca es una actitud suprema de humillación y cobardía”.

Podría agregarse que se trata de un asunto incuestionable de traición a la patria. ¿No cree usted?