viernes, julio 26

Padgett y Ciro se hacen propaganda gratuita. Por Jesús López Segura / LA VERSIÓN NO OFICIAL

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Crónica de una detención programada

Humberto Padgett ingresa a las instalaciones militares de Santa Lucía mintiendo. Dice que él y sus dos acompañantes van a revisión médica -en su carácter de militares en retiro-, cuando en realidad iba -en compañía de sus dos escoltas- a grabar, en video, instalaciones estratégicas del aeropuerto sin solicitar el permiso correspondiente.

Se arma un escándalo en redes sociales porque se presume, de inmediato, que los militares abusan y violan la libertad de un reportero que es llevado a un ministerio público del Estado de México, donde se decreta su libertad tan pronto como sus escoltas demuestran contar con los permisos de portación de arma.

Pero sólo queda un detalle. Un teniente coronel incauta el teléfono celular -que Padgett usa como cámara grabadora- y le solicita borrar las imágenes grabadas ilegalmente antes de devolverle el aparato.

El Presidente López Obrador le dedica 10 minutos de la mañanera a este escándalo y refiere que hubo irresponsabilidad por parte del reportero, al mentir abiertamente sobre los motivos de su ingreso a un área restringida, al tiempo que acusa a Padgett y a su medio (Por la Mañana de Telefórmula que conduce Ciro Gómez Leyva) de armar todo este teatrito (no lo dice así AMLO) con fines propagandísticos en contra de su Gobierno y en contra del proyecto de Santa Lucía.

En Por la Mañana, escuchan al Presidente y le dan la razón. Ciro asume la responsabilidad de haber consentido la propuesta de Padgett de grabar ilegalmente en las instalaciones de Santa Lucía y justifica su acción en términos de que así es el buen periodismo, es decir, el que no siempre se apega a las reglas del poder. Padgett asume también su responsabilidad y ofrece disculpas a sus escoltas, a los que nunca les advirtió de su verdadero propósito.

La única objeción que Ciro y Padgett imponen al final de su puesta en escena mediática de hoy, es el reproche de que el teniente coronel (y repiten varias veces su nombre) “se robó -frente a multitud de testigos- el teléfono del reportero que, según él, cuesta unos 30 mil pesos y constituye su instrumento de trabajo.

Exigen al Gobernador Del Mazo tome nota y retire a ese teniente de las fuerzas de seguridad estatales, comparándolo con grandes capos de la droga que antes fueron policías.

Padgett le pone pimienta a su exigencia narrando cómo el teniente le reclama porque se ríe de algo que pensó y él le contesta: “me río porque amo la vida y Tú ¿por qué siempre estás tan enojado?”

Mi conclusión es que Ciro y Padgett son muy hábiles y mañosos para hacerse publicidad gratuita. Padgett es muy audaz, como todo buen reportero, pero no puede defender la intención sana de su esfuerzo porque todos sabemos para quién trabaja, un conductor de televisión que lidera la campaña propagandística nacional contra el Presidente López Obrador.

Finalmente, el alegato de Padgett sobre su teléfono lo retrata de cuerpo entero: el Teniente tenía razón en exigirle que borrara las imágenes que había grabado originalmente de manera ilegal y que dieron pie a toda la sucesión de hechos sobre los que, aunque lo niegue y se las dé de muy valiente, estuvo lloriqueando en las últimas horas junto con su hipócrita jefe que niega que se trate de una acción propagandística en contra del Gobierno al que ataca e insulta todos los días.

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