jueves, noviembre 21

¿Nos ha dado Gatell gato por liebre? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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¿Las cifras confirmadas hay que multiplicarlas por 8, o por 25 para obtener las reales?

El 8 de abril se dio una noticia bomba en el tema del coronavirus y el manejo estadístico deshonesto que le han estado dando las autoridades mexicanas. En resumidas cuentas, el vocero autorizado en el tema por el Gobierno de López Obrador, Hugo López-Gatell, confesó que nos ha dado gato por liebre, es decir, que se han estado manejando términos relativos, a partir de un muestreo no sabemos qué tan bien hecho -dentro de su estrategia “Centinela”- como si fueran cifras absolutas, es decir, reales, de campo, y eso, aquí y -ahora sí que- en China, es un fraude.

La estrategia seguida sería la correcta si se hubiera dicho desde un principio -y no cuando la lumbre les empieza a llegar a los aparejos de la fase 3, es decir del crecimiento exponencial- que se trataba de monitorear la evolución de la pandemia mediante un muestreo estadístico para ahorrar recursos que de otra forma se habrían tenido que dilapidar en la aplicación de tan numerosas como inútiles y costosas pruebas que afectarían la economía, desde la primera fase, tanto o más incluso que la propia enfermedad.

Algunos países como Corea gastaron cuantiosísimos recursos en pruebas desde la primera fase de expansión de la pandemia (importación de casos) que según López-Gatell era inevitable, afectando severamente la economía, al cerrar fronteras y establecer cuarentenas “innecesarias” en esa fase.

Al trabajar con muestras -dice ahora nuestro estratega- se logra una idea muy clara de la evolución del fenómeno sin necesidad de la aplicación masiva de pruebas en el universo poblacional, al tiempo que se espera la inflexión de la curva antes de implantar cuarentenas y otras medidas drásticas que afectan la economía. Hasta ahí, todo bien, salvo que se haya mentido manejando cifras relativas -como si fueran absolutas- tan bajas, que nos hacían aparecer como un falso “éxito mundial de contención” de la pandemia.

Se quitó la máscara quien ha estado dando la cara, el popular subsecretario que, sin embargo, sigue manejando todos los santos días esas cifras alegres sin aplicarles el factor 8.3 que él mismo determinó sin explicar bien a bien de dónde lo sacó.

La burra no era arisca, pero si ya se nos mintió una vez, ¿por qué debemos confiar en que el número por el que tenemos que multiplicar los casos confirmados que nos presentan es 8, y no 25 como sugiere Alejandro Hope?

“Ocho veces, ocho veces, ocho veces de lo que se ve, la epidemia es ocho veces más grande”, expresó el famoso Sup López-Gatell. ¿Pero de dónde salió ese 8?

“La tabla presentada por el subsecretario el 8 de abril, “muestra datos acumulados hasta la semana epidemiológica 13 ¿Y eso cuando fue? Según el Boletín Epidemiológico (producido por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud) correspondiente a ese periodo, esa semana corrió del 22 al 28 de marzo (https://bit.ly/2yb8vmw)” afirma en su columna Plata o Plomo de El Universal, Alejandro Hope.

“¿Cuántos casos positivos a COVID-19 había en ese momento? Según se observa en la última fila de la sexta columna, el total era 1039 ¿Y cuántos casos positivos se estimaban en esa fecha? Como se ve en la última fila de la última columna, el acumulado era 26,519. Es decir, había 25.5 casos estimados por cada caso confirmado”. El factor por el que hay que multiplicar los casos presentados falsamente como números absolutos no es, entonces, como dijo Gatell, 8.2, ¡sino 25.5!

Ello significaría que, en lugar de 300 muertos, México tendría que estar contabilizando, ahora, alrededor de 7, 500, justo antes de entrar a la fase 3, como ya entramos de lleno, porque tan solo esta semana en el Estado de México las estadísticas crecieron de un estimado muestral de 185, a 498 casos, es decir, alrededor de 12, 500 contagiados.

Estados Unidos, el país que más muertos aporta hasta el momento (o quizá mejor dicho el que mejor cuenta a sus muertos) tiene ya 22 000 víctimas mortales en una población de 327 millones de habitantes. México aporta, en la misma fecha, 293 presuntos muertos, que si multiplicamos por el factor 25.5 estimado por Hope, nos arroja una cifra de 7 471 decesos reales, lo que, con 125 millones de habitantes, nos aproxima mucho, en términos proporcionales, a las cifras reales de la potencia del Norte, lo cual es más creíble que los efectos milagrosos de las estampitas religiosas de “¡detente! o que las increíbles barbosadas del gobernador poblano, quien asegura que el coronavirus daña más a los ricos que a los pobres, como si el bicho tuviera una suerte de “conciencia de clase”.

De haber sido honesto en sus planteamientos desde un principio, en vez de andarse adornando con la mentira de que México tenía mucho mejores números respecto de países avanzados que no registran muestras (como se hace con la estrategia “Centinela”) sino casos reales comprobados mediante pruebas y seguimiento estricto, seguramente López-Gatell habría evitado ese odioso triunfalismo de multitudes que, encabezadas por el propio Presidente (¿también engañado?), anduvieron, y andan todavía, desafiando la sana distancia con apapachos y cachondeos potencialmente mortales.

Referencia:

Alejandro Hope / Los extraños números del doctor López-Gatell/ Plata o plomo
El Universal.- https://www.eluniversal.com.mx/opinion/alejandro-hope/los-extranos-numeros-del-doctor-lopez-gatell

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