De la “Doctrina Estrada” a la de Chico Che…LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

“Usted prefiere las alabanzas”: Reyna Haydee Ramírez a AMLO, quien culpa del feminicidio de Luz Raquel ¡al neoliberalismo!

“Eso sí da miedo: Controversia por T-MEC costaría a México hasta 30 mil mdd”, reza el encabezado de una nota de El Financiero ampliamente refutada -sin mencionarla- por el Presidente López Obrador en su Mañanera, con argumentos sobre “el entreguismo de los conservadores mexicanos que le enderezan más críticas a su gobierno que los propios países que se dicen agraviados por su política energética“.

Sin esperar a las rondas de conversaciones que Estados Unidos y Canadá promueven para dirimir lo que consideran violaciones al T-MEC por parte del gobierno de México, don Andrés se lanza a arengar a su audiencia matutina (que él y su errático vocero Jesús Ramírez confunden, equivocadamente, con “el pueblo de México“), como si preparara el terreno para una grave confrontación con los más importantes socios comerciales de nuestro país.

Recordatorios de cuando Santana gobernó 10 veces hasta salir exiliado luego de la vergonzosa entrega a los Estados Unidos de la mitad de nuestro territorio -“y todavía después los conservadores lo fueron a buscar para que regresara, y regresó y volvió a vender otra parte del territorio, La Mesilla”-, sirvieron al mandatario para fustigar a los críticos de su gobierno, a quienes vimos mal que retara a Estados Unidos y Canadá con la canción de su paisano Chico Che “Uy que mello, mira cómo estoy temblando”, como si se tratara de una bravucón callejero de la peor ralea: “¡Éntrale güey si eres tan machito como yo”!

“Me ha dejado anonadado el número de defensores de empresas extranjeras. No el pueblo… pero sí los académicos del más alto nivel. ¡Entre más sabiondos más traidores a la patria!”, exclamó, para finalizar con el tema, un mandatario cada día más proclive a despreciar a las capas ilustradas de la sociedad. A descalificarlas. A reconocer que Martín Moreno, al que él mismo califica como el mejor best seller del país, tiene razón al afirmar que son los sectores más ignorantes, los analfabetas, los que apoyan a su gobierno.

“La energía eléctrica se produce en su mayoría con gas ¿Cómo no va a tener que ver con los hidrocarburos?”, es el alegato presidencial para refutar a “los expertos” que sostienen que el apartado sobre soberanía en hidrocarburos dentro del T-MEC no ampara el nacionalismo en materia de energía eléctrica.

Pero aquí el problema es que el espíritu del tratado en esa materia, contempla, en todos sus apartados fundamentales, el indeclinable propósito de impulsar las energías limpias, para tratar (quizá trágicamente en forma tardía) el avance del calentamiento global o cambio climático que empieza ya a mostrar sus apocalípticos efectos sobre el planeta.

Y ése es precisamente el objeto de los tratados internacionales en los que los países firmantes ceden parte de su soberanía en aras del bien común, algo que jamás podrá entender un fanático de Chico Che que reconoce que el grueso de las críticas a su gobierno proviene de los sectores más preparados, pero sin ruborizarse, por el contrario, sintiéndose orgulloso, como para reivindicar la ignorancia como un valor superior al del conocimiento. Lo que él entiende como valores espirituales, culturales y morales por encima de la investigación científica.

Ya se lo decía ayer con todas sus letras la valiente norteña Reyna Haydee Ramírez, una de las periodistas discriminadas por el vocero Jesús Ramírez y atacada por sus paleros a sueldo que hasta tuvo que ampararse para que la dejaran entrar a La Mañanera por su saludable hábito de cuestionar (para eso son las conferencias de prensa) al mandatario:

“Usted prefiere las alabanzas. Y lo digo con todo respeto, presidente, porque usted aquí ha denostado, ha estigmatizado periodistas, casi todos los días se dedica a eso”, dijo luego de denunciar que ha recibido amenazas desde 2020 y constan en una denuncia ante una Fiscalía local.

La sonorense agregó: “Entonces, si por hacer mi trabajo, no me deja entrar este muchacho, usted no me da la palabra… Pero que usted no censura, que usted castiga. Entonces, ‘lo que te han hecho a ti son castigos de no dejarte entrar casi todo el 2021, o sea, por dos meses, tres meses’. A nadie, Jesús ya me lo reconoció, a nadie le ha castigado por tres meses, a nadie”.

Momentos antes de este insólito reclamo, don Andrés había colmado el plato de toda la gente inteligente de este país (lo que excluye, desde luego, a Jesús Ramírez y a muchos de sus fanáticos seguidores) que el asesinato repugnante de Luz Raquel Padilla, la madre de un jovencito discapacitado que fue quemada viva -como en los tiempos de la Inquisición-, no le produce al mandatario ni un mínimo de indignación.

Requerido sobre el caso que ha horrorizado al país -y a parte del mundo- el Presidente mexicano se limitó a exponer sus goebbeliana cantaleta sobre “el neoliberalismo y sus secuelas funestas para la sociedad”. Varios conductores de televisión, que explotan para aumentar su audiencia este tipo de casos -como el escándalo artificial de Debanhi– se limitaron a darle pie a la reacción presidencial -luego de exponer los perturbadores detalles del horroroso feminicidio– en estos términos, explícita o implícitamente irreprochables: “Echa la culpa AMLO del asesinato de Luz Raquel ¡al neoliberalismo!”

Hoy para completar el cuadro de la omnipresente impunidad andresina, no le fue reclamado a Enrique Alfaro, Gobernador de Jalisco, sede de la Mañanera, que en el territorio que él debería controlar, ocurran semejantes atrocidades.

“No voy a hacer la historia de la violencia en Jalisco y del contubernio entre autoridades y la delincuencia, porque eso ya es de dominio público. Aquí en Jalisco y en Vallarta. No voy a hablar de esto. Además es hasta de mal gusto. Pero entendamos cual es esta nueva realidad y qué estamos haciendo” dijo textualmente antes de presentar gráficas comparativas con expresidentes.

Cuestionado sobre si ante los malos resultados, cambiará su estrategia de Seguridad, AMLO se prendió otra vez y reprodujo su compulsiva cantaleta sobre combatir “las causas de la violencia, atendiendo a los jóvenes que los conservadores se limitaron a llamarles ninis. Rompiendo con la teoría de que el hombre es malo por naturaleza y se debe combatir el mal con el mal, pero sobre todo, reuniéndose a diario con todo su gabinete de Seguridad.”

“Díganme ¿qué Presidente se reunía diariamente, en la madrugada, con su Gabinete de Seguridad?”, como si tales reuniones hubieran servido para algo.

“Lo voy a estar repitiendo y repitiendo aunque parezca disco rayado. Está como el ‘uy qué miedo’ de Chico Che, se los voy a estar recetando”, concluyó el mandatario.